Fonteboa testa y toma ejemplo de referentes en la producción láctea fuera de Galicia

luis garcía

CARBALLO

La delegación de estudiantes de Fonteboa, en la Granja San José, en el municipio de Tamarite de Litera.
La delegación de estudiantes de Fonteboa, en la Granja San José, en el municipio de Tamarite de Litera.

El grupo del centro coristanqués pasó por la Granja San José, en Huesca, antes de dirigirse hacia el Pays de La Loire, en Francia

19 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El programa de trabajo del grupo del centro Fonteboa, que en estos días realiza un viaje de estudios a la región del Pays de La Loire, ha tenido un prólogo en la Granja San José (Tamarite de Litera) en el sur de la provincia de Huesca, en el límite con Lleida. Jaume Pont, gerente de la empresa, dirigió la visita y respondió a las preguntas de los estudiantes: costes de producción, precios de la leche, escenarios de futuro y proyectos. Todo ello con datos precisos y una clara estrategia de empresa en un contexto de volatilidad de los precios, derivado de la globalización y del poder silencioso que tienen los consumidores.

A pesar de que este modelo no es replicable en Galicia, sí lo son los aspectos relativos al manejo del rebaño, a los protocolos de trabajo y la racionalidad de las inversiones. Demasiadas cosas en un tiempo limitado. Todo muy interesante, pero que supo a poco.

Granja San José es un referente en la producción de leche a nivel nacional, pues hace décadas que optaron por un riguroso modelo de gestión empresarial aplicado a la producción láctea. Hoy, con 2.200 vacas, producen 32 millones de litros de leche al año, unos 90.000 litros al día, cantidad que, con los indicadores actuales de consumo, sería suficiente para satisfacer la demanda de una población de unos 350.000 habitantes. Realizan tres ordeños al día y obtienen una producción de 41 litros diarios por vaca (13.000 litros al año) con un 3,6 % de materia grasa y un 3,2 % de proteína,

En una superficie de unas 800 hectáreas cultivan los forrajes y los cereales que garantizan la autonomía alimentaria en los componentes fibrosos; de este modo, solo compran cereales para la fabricación de piensos, además de otros ingredientes para el equilibrio de las raciones.

Relaciones con la industria

Granja San José, junto con otras siete explotaciones de Cataluña, es accionista de una industria en Vidreres (Girona). Los ganaderos poseen el 60 % del accionariado y el 40 % restante pertenece a Corporación Agroalimentaria Peñasanta (Central Lechera Asturiana). Transforman la leche de las propias granjas y de otras 150 explotaciones de Cataluña. Todo ello lo comercializan con una marca propia (leche ATO), marca blanca e incluso, desde octubre de 2015, exportan a China.

Jaume Pont considera que es importante que la industria esté en manos de los ganaderos, pues de este modo los dos eslabones de la cadena láctea jugarían en el mismo equipo y tendrían más fuerza negociadora hacia la distribución en la fijación de los precios. Conocedor de la realidad gallega, explica al grupo que una de las debilidades de la producción de leche en Galicia es la poca relevancia de la parte industrial en comparación con la producción y la escasa participación de los productores en los proyectos industriales. Esta es una de las causas de que aquí se den los precios en origen más bajos de España: el distanciamiento entre productores e industria, además de los mayores costes logísticos.

Ralentización de los proyectos

En el 2012, ante el escenario de la desaparición de las cuotas (abril de 2015) habían trazado el plan de llegar a las 4.000 vacas en los años siguientes. A día de hoy, siguen en ese objetivo, pero, por las contingencias del mercado en el último año, han ralentizado la marcha, aunque continúan en el plan inicial con inversiones realizadas como una sala de ordeño rotativa de 80 puntos y dos naves para alojamiento de 600 cabezas cada una. Como a los ganaderos gallegos, les preocupa la evolución de los precios de la leche. En el 2015 obtuvieron un precio medio de 0,32 euros/litro y para el presente año han establecido un contrato de 0,30 euros/litro, por debajo de los costes de producción, por lo que están trabajando en la reducción de costes.

La economía de la explotación se equilibra con la venta de terneros, de novillas y las ayudas de la PAC (Política Agraria Común). Al mismo tiempo tienen previsto iniciar el compostaje del estiércol, pues hay demanda para las explotaciones agrícolas de la zona (cereales, frutales, horticultura, etcétera). Todo ello en aras del aprovechamiento de los recursos disponibles para garantizar la sostenibilidad de la empresa.

Una de las debilidades en Galicia es la escasa participación de los productores en los proyectos industriales