El matadero, el Rego da Balsa y zona de brañas

La Voz

CARBALLO

Hace diez años la zona del Pazo nada tenía que ver con lo que es ahora

10 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales de los setenta, más de un decenio antes de que se terminase el Pazo, la zona de A Cristina no tenía nada que ver con la actual. Solo se conserva el lavadero. A su lado, casas bajas, y ahora edificios de pisos. El matadero ocupaba el solar del Pazo, y vertía al río, que por supuesto no estaba canalizado, ni había parque alguno. Hasta donde acaba la calle Barcelona (había en ella una fábrica de arena) o la de A Saúde era todo braña, dividida por el Rego da Balsa. Rego de verdad, que los pocos niños de la zona saltaban para ir al centro. En época de lluvias, era «un lago», recuerda Francisco Javier Souto, que vivió allí desde 1976. Su familia tenía un aserradero. Donde ahora está la Praza da Cruz Vermella aún quedan los restos, derruidos, de los Baños Novos. No había calle Luis Calvo, sino caminos. La canalización subterránea del Rego fue clave para el desarrollo urbanístico. Mucho entullo, llegado de muchas partes. Entre ellos, de los restos de la iglesia vieja. Si ahora se excavase, se verían, aniquilados, restos de sus muros.

El primer colegio de A Cristina estaba donde después quedó el Centro de Formación, y después cambió de emplazamiento, al lado de la nueva estación, otra de las incorporaciones. El puente también es relativamente reciente. Antes, la perspectiva de la zona se tomaba desde el otro, el de Isabel II de la calle Fomento, porque había muy poco construido. Para acceder al matadero había que hacerlo desde la calle Poniente. Subir a la fuente de A Cristina era fácil, pero por un camino de tierra.