Los peritos prueban la falsedad de las firmas del caso Maceiras

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Los extrabajadores denuncian que los equipos trasladados a Mauritania siguen produciendo allí.
Los extrabajadores denuncian que los equipos trasladados a Mauritania siguen produciendo allí. casal< / span>

Los trabajadores de Mauritania siguen esperando por su dinero

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que era una evidencia para los investigadores ahora se ha convertido en una prueba pericial de cara al hipotético juicio que debería abrirse en relación con la supuesta estafa de las subvenciones de reforestación conocida como caso Maceiras. Las firmas de los expedientes, que numerosos afectados denunciaban que no eran suyas, están falsificadas. Al menos eso es lo que se deduce de las pruebas caligráficas realizadas, cuyo resultado se acaba de conocer. No todas han sido válidas. De hecho, en buena parte de ellas los especialistas no llegan a comprometerse puesto que en este tipo de tareas no se acostumbra a trabajar con fotocopias. Hay numerosas cuestiones técnicas, como la presión que ejerce sobre el papel la persona al escribir, que, evidentemente, solo se pueden determinar con los documentos originales.

Sin embargo, en los casos en los que esos textos sí obran en la instrucción, y no hubo que recurrir a reproducciones fotocopiadas, los peritos sí certifican que las firmas son falsas, según fuentes conocedoras de la investigación.

Llegados a este punto, el final de la fase de instrucción se presume próximo, de cara a la hipotética apertura de juicio oral contra los 26 imputados o más bien contra una parte de ellos, porque diversas fuentes implicadas en el proceso dudan que se vaya a formalizar acusación contra todos ellos.

Preguntado a este respecto, Gabriel López, del sindicato FRUGA, que representa al grueso de los afectados, se muestra convencido de que «pouco debe quedar xa por facer» y que pronto se llegará a algún tipo de conclusión con este caso.

Por lo que respecta al otro frente judicial que tiene abierto el empresario Manuel Maceiras Hermida y su entorno, el de las reclamaciones económicas por parte de trabajadores y acreedores a los que les debe distintas cantidades de dinero, la situación no ha cambiado.

El que fuera encargado de obra de Maceiras en Mauritania, Jesús Agustín Espasandín, calcula que todavía son medio centenar de personas a las que les adeuda salarios o liquidaciones. De esa buena parte solo tendrían pendientes algunas cantidades, pero una veintena siguen a la espera de varios miles de euros.

En su caso, después de muchas protestas, que hacen que a día de hoy ningún miembro de la familia Maceiras le atienda siquiera el teléfono, y de vivir situaciones personales verdaderamente extremas; ha percibido 5.000 euros del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) cuando realmente dice que le debían 28.000 y el administrador concursal de Maceiras y Esmorís le ha reconocido 15.000. «Non cobrei máis porque tíñanos asegurados un mes sí e outro non, como non nos pagaba tampouco conto coas nóminas e déronme algo porque non saín de alí (del FOGASA) nunha semana», explica Jesús Agustín, que todavía espera que la venta de bienes de la empresa sirva para pagarles al menos una parte.