Termo-Biológicas prevé invertir 1.965 millones en el proyecto de la batata

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

JOSE MANUEL CASAL

Esta cuantía se repartiría, según la empresa, en siete anualidades

02 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La gerencia de Termo-Biológicas, empresa que propone un macroproyecto de explotación y transformación de batata para biocombustible en la Costa da Morte, prevé invertir en torno a los 1.965 millones de euros en los próximos siete años, una vez obtenidos los permisos de la Xunta de Galicia para poner en marcha la iniciativa. Así lo ha asegurado el consejero delegado de la compañía, con sede en A Coruña, José Luis Lagares Pérez.

El directivo desgranó estas cifras: «Unos 875 millones serían para la construcción y puesta en marcha de una gran planta de transformación de materia prima, que iría ubicada en las proximidades de un puerto. Y otros 1.050 millones de euros, en la puesta en marcha de otros tres centros de explotación agraria y de transformación de boniato, repartidos por la comarca».

Para los reticentes sobre la viabilidad de este proyecto y, sobre todo, de las macrocifras que maneja la compañía, Lagares Pérez aseguró que el fondo de inversión que está detrás del plan de trabajo, de origen hispano-norteamericano-panameño, «dispone de suficiente capital como para acometer este proyecto sin problema alguno, dispone de fondos suficientes».

Sobre la rentabilidad de esta iniciativa empresarial, el consejero delegado de Termo-Biológicas, lo tiene claro: «El efecto retorno que deja una inversión de este tipo es altísimo. La rentabilidad media obtenida por la explotación y transformación de boniato para hacer biocombustible es mucho más de lo que la gente se cree», apuntó Lagares, quien recordó la normativa medioambiental de la Unión Europea, «que señala que antes del 2020 hay que cambiar e introducir nuevos tipos de combustibles menos contaminantes».

Empleo

Pero no solo de inversión ha hablado Lagares Pérez. También lo ha hecho de empleo. De mucho empleo, a tenor de los datos facilitados por el directivo. «Crearíamos en torno a 10.850 empleos en los próximos siete años. De ellos, 1.200 se generarían en la parte industrial o de transformación, y el resto, en el ámbito agrícola, es decir, en la producción de batata a gran escala en los invernaderos».

De concretarse esta iniciativa, supondría todo un balón de oxígeno para una comarca que tiene 11.000 personas en paro y cuyas cifras de emigración son más que elocuentes. La Costa da Morte tenía hace 20 años 133.000 habitantes censados, hoy apenas 115.000. Y eso es lo que precisamente Lagares quiere evitar: «Esta comarca es idónea para lo que nosotros planteamos. Reúne unas condiciones climatológicas óptimas para plantar batata. Es una zona con mucho terreno disponible, aunque le perjudica el tamaño medio de las propiedades, muy minifundistas, un problema que se podría subsanar si existe colaboración entre todos, empresa, propietarios de terrenos y concellos», argumentó el consejero delegado.

«Un poco más lentos van los trámites burocráticos para la puesta en marcha del proyecto», admite. Por eso, la cúpula directiva de Termo-Biológicas «no tendrá vacaciones este mes porque hay muchos frentes por resolver». El objetivo de Lagares y su equipo es arrancar la primera explotación de batata en septiembre. Sería en Coristanco, en los terrenos cedidos por la comunidad de montes de Erbecedo. Lagares señaló que los comuneros refrendaron por amplia mayoría el principio de acuerdo alcanzado a finales de mayo.

Ahora queda completar los trámites y comenzar con la amplia logística que requiere un proyecto de estas características. Y es que solo en bandejas para plantar boniato, la empresa precisaría en torno a 70 millones de unidades, de un tamaño de un metro cuadrado por 40 centímetros de profundidad. Para ello, la compañía ya ha entablado negociaciones con varias empresas del ámbito de la robótica, instalaciones varias y servicios para diseñar un programa de abastecimiento «tan pronto tengamos los permisos administrativos correspondientes», esgrimió José Luis Lagares Pérez.