Los técnicos que la devuelven a su sitio consideran que van incluso mejor de lo que tenían previsto
29 jul 2015 . Actualizado a las 07:58 h.Tenían pensado dejarlo para hoy, pero ayer las cosas se le pusieron especialmente bien y ya por la tarde se atrevieron con los primeros tirones para devolver a su sitio la Pedra de Abalar. Así, los operarios de Terra-Arqueos, la empresa encargada de los trabajos, consiguieron desplazar la mole de más de 60 toneladas aproximadamente medio metro hacia arriba, hacia su ubicación original. Lograron además lo más difícil de esta fase, que era descabalgarla de la roca madre, sobre la que estaba apoyada después del desplazamiento sufrido en enero pasado.
Todo ello lo lograron con movimientos de apenas cinco centímetros de cada vez, porque es lo que le permiten a los gatos hidráulicos, que aguantan hasta 15, pero prefieren no forzarlos para no dañar los émbolos y para ir siempre seguro, que es su premisa fundamental.
A partir de ahí, con los polipastos de tracción manual y «muy poco a poco», tal como incide el arqueólogo al mando, Miguel Ángel López Marcos, han conseguido que la lámina de piedra ascienda hacia su sitio, en dirección al santuario, prácticamente la mitad ya de lo que se cree necesario.
Las malas noticias vienen por el lado de la meteorología porque ayer por la tarde empezó a llover, ya pararon de trabajar y probablemente la jornada de hoy sea perdida. En cualquier caso, López Marcos señala que van «mejor de lo previsto» y, si el tiempo acompaña, confía en que esta misma semana la roca pueda quedar correctamente situada para, a partir de ahí, someterla a la prueba de fuego, que consistirá en ver si abala o no. En caso de hacerlo habrá sido todo un éxito en un tiempo récord. De no hacerlo, se convertirá en una auténtico jarro de agua fría que obligará a reformular todo el proyecto y traerá demoras.