27 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
El alcohol está reñido con la conducción. Supone un peligro para el que guía borracho y para los demás usuarios de las vías públicas. Una copa se puede llevar por delante la vida de varias personas. No hay veneno más eficaz contra la inocencia. La mayoría de los conductores están ya convencidos de ello. Sin embargo, hay excepciones, esas que cada poco saltan a los titulares: bebedores que son cazados bien cargados y en pleno uso de un automóvil. Lamentablemente ocurre una y otra vez.