22 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
Se ha desatado la guerra de la batata. Todos quieren para sí el proyecto del boniato. La revolución del biocombustible ha llegado a la Costa da Morte. Y no hay documento de confidencialidad que valga ante una cita electoral. Un proyecto de amplias dimensiones se está convirtiendo en objeto de lucha política, precisamente cuando la campaña torna a su fin. Es demasiado goloso el pastel, en inversión y empleo, pero puede que haya para todos. Un poco de paciencia.