El monte ofrece a los ganaderos la tierra que falta en las agras

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

JOSE MANUEL CASAL

La PAC y la necesidad de reducir costes han multiplicado los alquileres

20 ene 2015 . Actualizado a las 05:10 h.

A 8.000 euros la hectárea se paga actualmente el terreno forestal en las áreas ganaderas de la Costa da Morte. Hace ya tiempo que es prácticamente imposible adquirir fincas de labradío y la necesidad ha hecho que los productores de leche se echen al monte. Hay excepciones. Ayer mismo el dueño de una explotación de carne de Barizo, en Malpica, firmaba en el notario los papeles para la adquisición de dos fincas, pero se trata de un caso muy concreto, explica el propio interesado, que quiso mantener el anonimato, y el resto de los productores consultados.

Desde el pasado año, el mercado de las parcelas rústicas está revolucionado en la zona. Las noticias de que las ayudas de la nueva PAC estarían ligadas a la base territorial puso en marcha la búsqueda de terrenos, aunque finalmente la relación no ha resultado ser tan directa. Además, el incremento de los precios a finales del 2013 y comienzos del 2014 hizo crecer las explotaciones. Los profesionales compraron vacas y, por tanto, tuvieron más necesidad de fincas con el fin de contener los costes de producción.

Doble valor

Los terrenos de alquiler doblaron su valor. En la costa malpicana el ferrado llegó a los 20 euros, cuando a finales del 2012 podía conseguirse por la mitad, sobre todo en las zonas donde hay concentraciones parcelarias.

Las cosas aún podrían ponerse más complicadas de cara a la próxima campaña, en la que la producción ya será completamente libre. A partir de ahora podría crecer incluso la tendencia de adquirir monte y roturarlo.

La necesidad de terreno ha sido tal que algunos ganaderos incluso han recurrido a anuncios en la prensa para encontrar fincas. Es el caso de A Devesa, en Langueirón-Ponteceso. Xusto Sánchez explica que durante el año pasado recibieron «unha pila de chamadas» e incluso cerraron varias operaciones. Ayudó que las fincas forestales estén ahora un 25 % más baratas que hace un par de años. Ayudó la caída del precio de la madera. Algunos propietarios ya no quieren invertir en repoblar y han aceptado las ofertas de los ganaderos.

Abandonados

Xusto Sánchez explica que ya no quedan terrenos agrícolas adecuados, sobre todo en las zonas más ganaderas. Los que se ven abandonados es porque no reúnen los requisitos mínimos para servir de base a las plantaciones forrajeras. Uno de los principales inconvenientes es la superficie. Por debajo de los 10.000 metros cuadrados no compensa adquirir (comprar a alquilar) un terreno que está alejado de la explotación. Lo que deja fuera del mercado muchísimas fincas.

Tampoco tienen interés las que se encharcan en invierno o tienen tierra vegetal de poca profundidad, porque no son adecuadas para el maíz, principal interés de los ganaderos de la zona.

Sin contar los terrenos que no resultan adecuados, la oferta en la zona es muy escasa, sobre todo en parroquias que tienen una gran actividad ganadera. De hecho, para algunos profesionales de la Costa da Morte incluso resulta complicado encontrar la superficie necesaria para ampliar las cuadras.