La comitiva fúnebre se dirigía al templo cuando se produjo el derrumbe, que provocó un susto a muchos de los presentes
17 dic 2014 . Actualizado a las 07:35 h.En Cores (Ponteceso) había ayer un entierro, pero la desgracia pudo ser aún mayor si una piedra desgajada del campanario barroco de la iglesia llega caer sobre alguno de los integrantes de la comitiva fúnebre. El sacristán tocaba la campana tirando fuertemente con una cuerda desde la portada del templo al tiempo que el féretro y sus acompañantes estaban ya cerca de la entrada. En ese momento, un trozo del sostén de la campana mayor [son cuatro en total] cayó desde lo alto con suerte de que había nadie en su trayectoria.
«Foi unha sorte», dice el párroco, Luis Varela Rama, que cree que, si en el instante en que la piedra se vino abajo estuviese entrando la comitiva, sí se producirían un accidente grave. También pudo haber caído la propia campana, que una de las más grandes de toda la comarca y que quedó suelta de un lado y con peligro de desprenderse. La torre necesita una intervención de urgencia para evitar nuevos derrumbes, que pueden suponer un riesgo para los usuarios del templo.