El tiroteado de Aboi abandona el hospital con las circunstancias del suceso aún por esclarecer

cee / la voz

CARBALLO

12 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Bernardino Ferrío, el muxián herido el jueves de la semana pasada sigue sin dejarse ver por los ambientes que habitualmente frecuentaba en Muxía y por el piso en el que residía, pese a que, desde martes, tiene ya el alta hospitalaria. Según informaron fuentes sanitarias fue hace tres días cuando abandonó el Virxe da Xunqueira, donde le atendieron, incluso con intervención quirúrgica, debido al impacto de bala que sufrió en el abdomen. Una herida de la que se estaría recuperando de manera satisfactoria y, en principio, sin secuelas graves.

Para las fuentes policiales consultadas es normal que mantenga un proceder discreto porque el miedo a nuevas represalias sigue ahí, más cuando el incidente que protagonizó fue de tal gravedad y siguen sin esclarecerse cuáles fueron las motivaciones, la autoría o los incitadores.

Los especialistas de la unidad de policía judicial de la Guardia Civil siguen trabajando en el asunto, además con los datos añadidos del hallazgo ocurrido en Lugo, donde un vecino de Ribadeo de origen colombiano se presentó en el Hospital Lucus Augusti con una herida de arma de fuego en el tórax que sufrió en la Costa da Morte el mismo día que se produjo el tiroteo de Aboi.

Un suceso que, aunque las fuerzas de seguridad siguen sin confirmarlo, todo parece indicar que coincide con lo que ocurrido en la parroquia de Morquintián, por lo que, muy probablemente, tuvo que haber más disparos que el que recibió Ferrío.

En cualquier caso, siguen planeando todo tipo de dudas sobre lo verdaderamente sucedido, que no sorprendió en exceso a los vecinos y conocidos de la víctima que, al igual que fuentes policiales, le relacionan con asuntos de narcotráfico, a lo que hay que sumar los antecedentes que ya tiene y que le llevaron incluso a entrar en prisión.