El concejal del BNG, Serxio Domínguez, señaló en el pleno que los vecinos de Lires «séntense como parvos» ante las afirmaciones de los técnicos, que señalan que el estrechamiento de la calzada no afecta a la obra de la senda y el acceso a la playa «porque evidentemente afecta». Destacó además que la valla empleada en el puente «é un perigo para os nenos» porque se pueden colar entre los barrotes, que los árboles cortados en el margen litoral darán lugar a desprendimientos y que la zona del abanico queda interrumpida por las duchas, con lo que se pierden aparcamientos y se va a generar un caos de tráfico. Por todo ello, conminó al gobierno a seguir hablando y «convencer como sexa» a los dos propietarios que no cedieron el terreno.
La alcaldesa le replicó que el «obxectivo da obra está cumprido», agradeció de nuevo la colaboración de los vecinos y recalcó el trabajo técnico, limitado por todas las protecciones medioambientales y supervisado por los especialistas de Costas. Unos profesionales de los que Domínguez dijo: «Se son os mesmos do muro de contención, medo me dá», porque tanto él como otra mucha gente dudan de la efectividad de aquella obra para evitar derrumbes y más de que costase 80.000 euros.