«Nese momento había que tirarse, non quedaba outra»

m. rey CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Juan (derecha), auxiliando a un herido en Angrois.
Juan (derecha), auxiliando a un herido en Angrois. mónica ferreirós< / span>

Un policía malpicán afincado en Carballo rescató a un bañista en Riazor

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Unidades de Intervención Policial (UIP) no tienen muy buena fama. Poca gente los conoce por su denominación oficial. Quizás les suene más lo de antidisturbios. Lo que se suele olvidar es que, al fin y al cabo, detrás de esos uniformes y esos grupos parapetados tras un escudo también hay personas. Uno de ellos es Juan (Malpica, 1964), afincado en Carballo desde hace tres decenios. El pasado 7 de noviembre, estaba patrullando junto a 3 compañeros en la playa de Riazor, en A Coruña. «Iamos tranquilamente polo paseo marítimo, na zona das Esclavas, cando vimos que unha persoa que estaba na auga tiña problemas para saír», recuerda Juan. La decisión fue cuestión de segundos. «?Aquí hai que tirarse?, dixemos; non quedaba outra. Quitamos a roupa e metémonos na auga. Uns compañeiros que tamén chegaron ao lugar quedaron fóra aguantándonos nunha corda», relata el agente. Las condiciones del mar no eran muy adecuadas para el baño, y menos para una persona de avanzada edad: había nordés y olas que en algún momento alcanzaron los cuatro metros cerca de la playa. «Había un pouco de resaca e nalgún momento pensamos que non podiamos sacalo, pero ao final conseguímolo». Según cuenta Juan, el hombre estaba al límite de sus fuerzas cuando fue rescatado. «Non articulaba palabra, entre o cansazo e a impresión do momento non era quen de dicir nada».

Sin embargo, no era la primera vez que este policía nacional actuó en un rescate. En su juventud fue socorrista en Malpica, un municipio donde en su época se aprendía a nadar casi por necesidad, debido a su fuerte vinculación al mar.

Recuerdo del Orzán

Muchos de los que presenciaron el rescate rememoraron la tragedia del Orzán, en enero de 2012, cuando tres policías nacionales perdieron la vida cuando intentaban rescatar a un estudiante eslovaco que se metió en el mar de madrugada y en pleno temporal. Aquella desgracia ocurrió a solo unos metros, al otro lado de la coraza. «Non che dá tempo a pensar niso. Si que che vén á cabeza cando saes da auga e a xente coméntacho», explica Juan. «Tes que valorar as condicións, e actuar, non hai máis».

Juan lleva dos decenios como agente de la Policía Nacional. Forma parte de la UIP, que interviene en grandes concentraciones o actos en los que pueden desencadenarse problemas de seguridad pública. «Non é un traballo de oficina, precisamente». Este año le tocó estar, por poner algún ejemplo, en la coronación de Felipe VI, en algún momento de tensión de la valla fronteriza en Melilla y en manifestaciones cuando menos delicadas.