«Valoremos lo que hay y no lo que nos falta»

La Voz

CARBALLO

23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Fernández Pasantes invita a ver la vida y las condiciones de la comarca en positivo para sacarle el mayor rédito posible.

-¿Cuál cree que es la clave del aluvión de visitas a Vilán?

-Creo que hay tres factores fundamentales. La barcaza Prima, que casi es una pena que la quitasen porque atraía muchísima gente; el oleaje, porque tuvimos aquí una ola de 27,8 metros y hay multitud de personas que vienen específicamente a ver el mar así, y los Trasnos que tienen una capacidad de arrastre impresionante, porque si son 700 caminando luego muchos vuelven con sus familias y eso tiene un efecto multiplicador. Yo los he recibido algunas veces y les digo que ahora ellos ya son guías para cualquiera que venga cuando yo no esté.

-¿Es imprescindible que se pueda subir al faro?

-No podemos obsesionarnos con eso. Hoy por hoy no se puede, con el aparataje técnico que hay allí instalado -porque ante todo es una señal marítima- y por seguridad. Incluso está muy complicado llegar a la base. Si algún día lo conseguimos bienvenido sea, pero debemos valorar lo que tenemos y no pensar solo en lo que nos falta. Está el faro antiguo, la Muela, la Calavera... Almodóvar es posible que nos saque en una película, porque si venía a buscar peñascos impresionantes aquí los encontró, seguro. Yo le explico las piezas, Sabela de la asociación de empresarios los atiende y les recomienda, la chica de Neria les informa sobre la zona... Son muchas cosas y lo que debemos es ser lo suficientemente inteligentes para aprovecharlas.

-Acaba de participar en un homenaje al trabajo de la mujer ¿Cree que han recuperado el lugar que les corresponde?

-Estos homenajes pienso que ya va siendo hora de hacérselos a los hombres, porque allí a donde vamos todo somos mujeres. En mi caso no es que tuviese miedo, pero sí que sentía en el corazón que tenía que ir a luchar en un ambiente masculino que me iba a resultar hostil. Para nada, me ayudaron mucho. Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de trabajos como el mío eran de hombres, con lo cual tuvimos que aprender de ellos. Fueron los que nos enseñaron y todos somos igualmente necesarios.