Las funerarias dan empleo a 75 personas en la Costa da Morte

CARBALLO

JOSE MANUEL CASAL

En la comarca hay casi treinta tanatorios, privados y municipales, y para el próximo año está prevista la apertura de otros dos en A Ponte do Porto

01 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El negocio funerario salió muy perjudicado hace dos años del reajuste del IVA impuesto por el Gobierno central, ya que pasó del 8 % al 21 %, pero ha conseguido no solo mantener los puestos de trabajo sino incrementarlos. Actualmente las empresas funerarias radicadas en la Costa da Morte dan trabajo a 75 personas. Buena parte de ellas son los propios autónomos, ya que todas tienen carácter familiar, aunque la mayor parte tienen además empleados.

En los últimos meses se han producido incorporaciones, en la mayor parte de los casos por apertura de tanatorios, cuyo número se ha disparado desde hace unos años. A principios de los noventa había solo dos instalaciones de este tipo (en Carballo y Baio) y ahora son cerca de treinta y el próximo año habrá nuevas aperturas.

Acaban de comenzar las obras de reforma de la antigua casa rectoral de A Ponte do Porto, que se convertirá el primer tanatorio que San Vicente construye fuera de Vimianzo. La empresa no está sola en la localidad porteña. El Grupo Bergantiños, con una enorme experiencia en la apertura de este tipo de instalaciones ha conseguido las autorizaciones necesarias para prestar servicio a los vecinos de Camariñas, donde ya hay unas dependencias municipales, las únicas con este tipo de gestión junto con las de Dumbría.

Agualada es otra localidad pequeña en la que han coincidido dos compañías funerarias, al margen de núcleos de municipios de mayor entidad como A Laracha o Ponteceso. En Carballo hay cuatro.

La crisis está siendo especialmente dura con este sector, al que no se le acaban los clientes, pero que ha tenido que reducir considerablemente sus ganancias porque ha asumido la subida de impuestos.

Han tenido que mantener el personal porque los servicios son los mismos y sobre todo en las zonas rurales hay una gran exigencia de los asegurados. Además se quejan de que ya se están dando casos de impagos por parte de los clientes.