Cuatro inmuebles ya están en marcha, y existe interés en más
31 oct 2014 . Actualizado a las 11:12 h.Las grúas han llegado al polígono de Bértoa, en Carballo. A su segunda fase, que hasta hace poco adolecía del principal mal de otras áreas empresariales de la zona: el abandono, con la notable excepción de cuatro empresas que llevan ya años implantadas, pese a las dificultades existentes, algunas físicas, como el (de momento) relativo aislamiento, y otras prácticas, como la falta de luz pública y otros servicios.
En un rápido paseo por esta amplia superficie de 720.000 metros cuadrados, anexa al polígono privado (en el que también existe notable interés para alquilar naves), y que en teoría en el futuro se verá ampliada en otros 550.000, cuando vengan tiempos mejores, sorprende la actividad constructiva, de momento en forma de columnas erguidas para enormes instalaciones, y también movimientos de tierras que aventuran próximos edificios.
Claro que esta vitalidad, ansiada desde hace tres años -cuando se completaron los trámites para solicitar parcelas- contrasta con el resto de terrenos, llenos de tojos y de hierbas de la Pampa, además de algunas calles cortadas. Pero poco a poco los vehículos de las empresas constructoras y auxiliares comienzan a verse por todos los rincones. En especial, en torno a la nave de Acersa, la más grande de las que están en marcha.
El alcalde, Evencio Ferrero, valoró ayer esta variación: «Esperemos que sexa o indicador dun cambio de tendencia. Ata o de agora había unha retracción do investimento, e que agora se produza isto é altamente positivo», señaló el regidor.
Cree que el polígono de Bértoa reúne «grandes valores», especialmente por su situación, al lado de la AG-55 y próximo al puerto exterior. «É un polígono cun gran potencial», añadió. Ferrero considera que las seis empresas que en la actualidad desarrollan las obras (no todas llevan el mismo ritmo, alguna va por fases), «hai interese por parte de outras». Hace unos días trató con Xestur, la sociedad pública propietaria del parque, sobre la carencia de cableado eléctrico, robado hace tiempo (como en otros polígonos). La solución es que se repondrá en función de las necesidades, conforme vayan naciendo nuevos proyectos.
Al margen de este despegue, el polígono privado tiene un elevado dinamismo económico, como demuestra la alta ocupación de naves y el interés mostrado por los emprendedores, según explican fuentes de la dirección.
Las naves en obra son las de las empresas Acersa, una distribuidora de frutas, Rali, Carpoga, Norcontratas y Rodríguez Señarís. Funcionan un crematorio, un concesionario de coches, una sociedad de revestimientos y otra de productos químicos.