El pleno de Vimianzo aprobó ayer un nuevo acuerdo, unánimemente, para que la Xunta se pronuncie en favor de los vecinos de Braño (Carantoña) en lo que respecta a los montes que les fueron arrebatados en el franquismo. Todos están de acuerdo, porque como dijo el edil del PSOE, José Antonio Miñones, «isto xa cheira e cheira mal».
Incluso el portavoz del PP, Juan Carlos Amado, señaló que él se ofrece «para ir cos veciños -varios de ellos presentes en la sesión- a onde faga falta, porque a terra é de quen a traballa».
Por su parte, el alcalde, Manuel Antelo, abogó por ir más allá, porque la paciencia tiene un límite y a él no le importa «tragar o orgullo», como ya hizo con más de 50 llamadas y varias reuniones por este asunto. «Se en 30 días non nos reciben propoño que vaiamos alá pero cos veciños e en varios autobuses», afirmó en el turno de conclusiones.
Por el camino, pese a la unanimidad, no faltaron los habituales reproches, que esta vez se encargó de activar el portavoz del BNG, Fernando Mancebo, que acusó a Amado de tener un doble discurso, lo retó a que dejase de representar al PP si no solucionaba este asunto y le espetó: «Trátanos a vostedes como mascotas», al referirse al hecho de que los populares tuvieron que traer «un veterinario para a xestora» que ya fue protagonista «dun fracaso político».
Amado, que habitualmente contesta con frases muy cortas, esta vez no se arredró. «Non me parece xusto que fale así cando vostede andou polas portas unha semana antes das eleccións dicindo que todo estaba arranxado e cando tiveron catro anos no bipartito para facelo», le replicó.
Renuncia del edil del PP
Dentro de las cuestiones de trámite, el pleno tomó cuenta la renuncia del concejal del PP, José Manuel Pérez Trillo, que, en principio, debería ser sustituido por Germán Graíño, el siguiente de la lista. Y aprobó por asentimiento -como todo ayer, no hizo falta votación alguna- la adhesión del municipio a un convenio con Tráfico para que los cambios de domicilio y otros asuntos de documentación los haga la Policía Local, evitando así que los vecinos tengan que desplazarse hasta A Coruña, como ocurre actualmente.