Un futuro que pasa por invertir 100 millones

La Voz

CARBALLO

23 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La planta térmica de Meirama sufrió numerosos vaivenes desde su puesta en marcha. De ser un gran referente a nivel estatal pasó a la más estricta marginalidad debido a los cambios de la política energética de Madrid, que decidió premiar a las centrales que utilizan carbón nacional. Y ahora que parece tomar fuelle, tras la supresión de las primas a las renovables, la factoría cercedense tiene a corto y medio plazo un futuro incierto.

¿Por qué esa incertidumbre?

La compañía Gas Natural Fenosa tiene de plazo hasta octubre del próximo año para decidir si invierte 100 millones de euros para adaptar las instalaciones a lo que marca la normativa de la Unión Europea.

¿En qué consiste esa normativa?

Bruselas ha emitido un nuevo reglamento que obliga a este tipo de instalaciones a reducir sus emisiones a la atmósfera, con una disminución de los valores de azufre, óxido de nitrógeno y otras partículas contaminantes.

¿Que pretende hacer la multinacional?

Se desconoce los plantes de la compañía la respecto. Si se acoge a la normativa comunitaria, Gas Natural Fenosa tiene hasta el año 2018 para acometer esa inversión.

¿Y si rechaza realizar ese gasto?

Meirama tendría entonces fecha de caducidad: el 31 de diciembre del 2023.

¿Cuántos puestos de trabajo están en juego?

A los 200 que hay en la actualidad en Meirama habría que sumar unos 300 existentes en la central térmica de As Pontes. Sería un varapalo para estas dos comarcas, vinculadas desde hace decenios a la actividad en las térmicas.

¿Cuánto ha invertido Gas Natural Fenosa en la planta de Cerceda?

Unos 120 millones de euros, que se destinaron, en gran medida, a la mejora de la caldera y a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.

¿Hay previsiones de producción para el año que viene?

Todavía no. El Gobierno suele esperar hasta finales de año para hacer el reparto energético entre los diferentes sectores.