La cartelería invade el Camino

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. LADO CEE / LA VOZ

CARBALLO

La principal puerta de acceso a Fisterra ofrece este aspecto.
La principal puerta de acceso a Fisterra ofrece este aspecto. < / span>fotos< / span> jorge parri< / span>

El área de protección de la ruta está plagada de indicadores ilegales

31 oct 2014 . Actualizado a las 12:55 h.

La ley dice que las actuaciones en una franja de terreno a 100 metros a cada lado del Camino están muy restringidas y siempre supeditadas a las autorizaciones de Patrimonio. Lo saben bien los alcaldes de la Costa da Morte que se enfrascan en trámites burocráticos interminables prácticamente cada vez que quieren limpiar una cuneta.

Sin embargo esas prohibiciones, o bien son desconocidas, o directamente las pasan por alto numerosos particulares que, a lo largo de los últimos años han ido sembrando la ruta con cartelería de sus negocios de todo tipo, sin que, en la gran mayoría de los casos, medie autorización expresa alguna.

La vista gorda de la Administración en este aspecto ha dado como resultado un bien patrimonial de primer orden como es el camino -que además de intercambio cultural trae mucha riqueza económica- sensiblemente deturpado y en unas condiciones contrarias a lo que los expertos recomiendan para mantener su esencia.

Los indicadores no responden a ningún tipo de regla de armonización estética y, si en los cascos urbanos se mezclan con los carteles reglados o incluso con la señalización de tráfico, en los ambientes rurales emplean como soporte la propia naturaleza, hasta el punto de que los árboles de la ruta sirven como báculos para soportar la publicidad del albergue de turno o el restaurante en cuestión.

Hay casos incluso más graves y son aquellos en los que los propios símbolos del Camino son empleados con fines comerciales. De hecho, el alcalde de Fisterra, José Manuel Traba, señala que los operarios municipales están hartos de borrar flechas amarillas pintadas en el pavimento que, en lugar de la verdadera ruta lo que indican es la dirección a determinados negocios.

En algunos puntos, este proceder llega incluso a generar confusión entre los peregrinos que, junto a los mojones reglados, se topan con decenas de señales.

También se muestra muy crítico con este problema es el regidor dumbriés, José Manuel Pequeño, que lleva años apostando decididamente por el Camino como factor de desarrollo local y ve como las trabas que les ponen a ellos como Administración pública no tienen nada que ver con la manera en la que actúan algunos particulares.