Francisco Bello es el secretario general de Xóvenes Agricultores en Galicia. Se queja de que con los recortes ya no hay ayudas para los sindicatos del campo, por lo que habrá que vivir de las cuotas de los afiliados. Explica que «é o mellor que nos pode pasar, porque non temos xa ningunha dependencia coas administracións» y se basará en la profesionalidad.
La organización llegó a tener un centenar de trabajadores y ahora se ha quedado apenas con treinta. Con respecto al caso de Carballo explica que «non podiamos manter ese local, pasounos como a tantas familias». Se trasladarán a otro «máis cómodo para nós en canto a prezos».
Garantiza que se mantendrán los servicios y que si hace falta ayuda puntual en algún momento para atender a los socios de Bergantiños se va a ofrecer porque «a demanda é tremenda».
Reconoce que «antes ou despois hai que volver a reorganizarse» y que han tenido que volver a los orígenes, lo que no considera en absoluto negativo. Apunta que igual que se tuvieron que «adelgazar» muchas empresas, también ha tocado hacerlo con el sindicato. Cree que el miércoles podrán abrir y señala que ayer terminaron la presentación del trimestre del IVA.