Los retablos de A Barca empiezan a perder el velo negro del incendio

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. LADO CEE / LA VOZ

CARBALLO

Los retablos barrocos de San Juan y San Miguel, los de mayor historia y calidad artística, reciben la atención prioritaria de los restauradores estos días.
Los retablos barrocos de San Juan y San Miguel, los de mayor historia y calidad artística, reciben la atención prioritaria de los restauradores estos días. fotos< / span> xesús búa< / span>

Los restauradores tendrán listas las seis piezas antes de finales de año

21 oct 2014 . Actualizado a las 07:57 h.

Los retablos laterales de A Barca, que están situados en el crucero y la nave principal, se van despojando paulatinamente del velo negro por el que quedaron cubiertos a consecuencia del incendio de las Navidades pasadas.

El equipo de restauradores dirigidos por la empresa vallisoletana Sabbia y del que participa la firma lucense Parteluz, con Uxía Aguiar al frente, llevan ya dos semanas trabajando sobre las seis piezas, lo que les permite hacerse una idea más exacta de la afectación que tiene cada una.

Por el momento los dos profesionales zamoranos, una pontevedresa y otro de Vilalba que se dedican a recuperar las obras han efectuado sobre todo tareas de limpieza, de manera especial en los retablos de San Juan y San Miguel, ambos de época barroca y con la ornamentación propia del estilo, llena de pliegues, curvas y recovecos que los hacen especialmente complicados a la hora de adecentarlos.

Tal como explica Marcos Ladra, uno de los miembros del equipo, «estos dos primeros son los más difíciles por la ornamentación que tienen con muchas flores, frutas, hojas y escudos», pero también serán los que, una vez concluida la labor muestren mejor lo que se ha hecho.

La tarea no resulta sencilla, dice el especialista, porque «la pintura está burbujeada en algunas zonas y que tener mucho cuidado al limpiar para no arrancarla».

Y es que el objetivo fundamental consiste en alterar lo menos posible lo que hay, que las capas de policromía, el pan de oro y demás se vuelvan a fijar a la madera para que sean lo más fieles posible al aspecto original.

Para concluir todo este trabajo -que en caso de los retablos de la Saleta, la Purísima, el Santo Cristo y la Virgen de las Dolores resultará más sencillo dado que las superficies son eminentemente planas- disponen de dos meses y medio y los restauradores afirman que cumplirán el plazo.

«Llevamos un buen ritmo de trabajo y nuestro objetivo es que queden como antes del incendio, pero en esto las prisas no son buenas, no te puedes saltar pasos y todo lleva mucho tiempo», concluye Marcos Ladra, que se muestra convencido de que el resultado final será satisfactorio aunque, como es natural, a ellos les gustaría poder pararse aún más con cada pieza.

La próxima semana recibirán la visita de Gloria Solé, la directora técnica de Sabbia Conservación y Restauración, que está al cargo de las tareas y la especialista señala que, para entonces, ya podrá ofrecer un diagnóstico más exacto de cuál es el verdadero estado de afectación de las esculturas de madera.

En cualquier caso, ya adelantó que «en restauración no hay nada irrecuperable» y los retablos de A Barca, pese a que en algunas zonas llegaron incluso a sentir el fuego directo, volverán a lucir su valor artístico, toda vez que terminen las laboriosas tareas en marcha.

Obra civil

Al margen del trabajo de los restauradores en el interior del templo, en A Barca hay otras muchas tareas en marcha, para las que esta semana se presenta muy propicia.

Las previsiones meteorológicas han cambiado de manera radical para tratarse de este época del año y lo que en los últimos días fueron todo factores en contra se tornan a favor del objetivo final de todo el equipo que no es otro que acabar la obra antes de final de año.

Aunque nadie se ha puesto una fecha exacta más allá de las restricciones marcadas en el propio contrato, la idea de los trabajadores es que el templo se pueda inaugurar en las mismas fechas en las que quedó seriamente dañado o incluso antes.

En el tejado, donde estas últimas semanas resultaba casi imposible fijar un sola pieza de pizarra debido a las intensas lluvias y al temporal de viento que incluso arrancó árboles en varias zonas de la Costa da Morte, podría quedar definitivamente terminado en cuestión de días.

De hecho ya casi lo está y ahora los profesionales procederán a colocar las ventanas mientras se sigue ultimando otras labores en el interior.

Quedarían las instalaciones de electricidad y otros servicios, además de diversos acabados, con lo que ya nadie pone en duda de que, pese a las dificultades, el plazo firmado del mes de diciembre se cumplirá sin grandes complicaciones.