Todos los sitios llenos y con algunas docenas de personas de pie en la puerta. Así estaba ayer por la tarde la capilla del instituto Fernando Blanco de Cee para rendir homenaje al benefactor de la localidad, que donó su fortuna para fines culturales, educativos y solidarios.
El acto, como cada año, empezó con unas breves palabras de la directora del centro, Chelo Trillo, recordando el inmenso valor que esta figura tiene para Cee y para todos los jóvenes que se forman en el instituto.
A continuación, los estudiantes distinguidos con las becas a los mejores expedientes fueron los encargados de depositar un ramo de flores en la tumba de Fernando Blanco y el párroco, Manuel Vázquez, ofició una ceremonia religiosa, en la que, con las lecturas, invitó a los fieles a dejar de lado diferencias o cuestiones políticas para centrarse en las cosas que van en beneficio de todos.
Ante él la alcaldesa, Zaira Rodríguez, y la concejala de Cultura, Mabel Fernández, siguieron atentas la misa, acompañadas de la propio Chelo Trillo, mientras que el coro del centro social hizo los acompañamientos vocales de la ceremonia con música de órgano.
Este acto es el central pero todavía no el último del Mes da Fundación Fernando Blanco, cargado de actividades culturales, educativas y lúdicas. De hecho, ayer por la noche, el actor Cándido Pazó, interpretó en el Concello una de sus piezas más intimistas, la recreación de Memorias dun neno labrego.