«Rompemos la separación con el público»

CARBALLO

CEDIDA

18 oct 2014 . Actualizado a las 05:08 h.

El mercado municipal de Carballo se estrena esta noche como espacio para las obras de sala del FIOT. La compañía Obskené (Cataluña) llega a la capital de Bergantiños con Fuenteovejuna, breve tratado sobre las ovejas domésticas (21.00 horas, 7 euros). Es una vuelta fresca al clásico de Lope: un pueblo que, cansado del abuso, se une para combatir y matar al opresor. Los enérgicos intérpretes actualizan esta obra desde el hoy. De camino a Galicia, uno de ellos, Xavier Torra, charlaba ayer sobre esta función que ha obtenido, entre otros, el Premio al Mejor Espectáculo del Certamen Internacional Almagro Off 2013.

-¿Qué traen al FIOT carballés?

-Llevamos re-visisiones. En Fuenteovejuna hay partes del texto clásico, pero nuestra dramaturga, Anna María Ricart, le dio un toque más moderno. Es decir, hay trozos del texto de Lope en sí mismo, pero también momentos en los que los actores hablan de ese texto y de lo que sucede, de la temática, desde fuera. De ahí la contemporaneidad que tiene la obra.

-Estrenan el mercado como auditorio para el teatro de sala.

-Sí, es algo básico para nosotros, porque lo que buscamos es hacer teatro en la calle. No teatro de calle, sino teatro en la calle. La actuación y la puesta en escena requiere por tanto de un espacio amplio, de un contacto directo con la gente, con el público. Rompemos la separación con él, no la hay, para que el mensaje llegue.

-Es decir, que tratarán de interpelarlo durante su espectáculo.

-En realidad, todo el texto es mucho tirando al público. Incluso en un momento dado el actor toca a una persona, el contacto es directo, continuo, vivo y necesario. Aun así, en cada función es diferente, por el propio público, por el espacio...

-¿Conocen al público carballés? Lleva ya 23 años viendo teatro.

-No hemos estado en Carballo, pero sí fuimos a Santiago y desde la compañía se ha estado mirando mucho sobre el festival. Tenemos muchas ganas de vivirlo, para ver cómo responde el público.

-Son actores jóvenes que se enfrentan a textos clásicos. ¿Qué les aportan? ¿Cómo lo viven?

-Jóvenes... Bueno, rondamos entre los 25 y los 30, más o menos... Nos gusta, y hablo en nombre de Obskené, tomar esos textos y ponerle una visión más política. Cuestionar qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. ¿Matar al opresor es legítimo o no lo es? También se aborda en la obra cómo se hacen las revoluciones de hoy en día.

-Parece hoy necesario revolucionarse. En eso sí es muy actual.

-Pues la verdad es que sí. Tocaría movilizarse algo más. Así estamos todos apoltronados hoy en día, también un poquito por la tecnología. En la función también se habla de cómo nos afectan en este sentido las redes sociales.

-«Tuiteamos» que hay que cambiar las cosas, pero nadie actúa.

-Eso, más una revolución tuitera que una en la calle, aunque hay que cuestionar su utilidad, claro.

-¿Cree que el suyo es un espectáculo para todo tipo de público? ¿Lo puede ir a ver cualquiera?

-Totalmente. No hay edades para venir a ver esta función. Si viene un niño entenderá aquello que quiera entender. Es una obra para todos los públicos y cada edad cogerá del mensaje aquello que más le interese. Fuenteovejuna tiene eso, un mensaje, lo puedes leer o no, pero ahí está lo interesante, lo que se quiera y pueda entender por parte de los espectadores.