Carballo luce moda y estilo urbano

El Centro Comercial Aberto (CCA) había avanzado que el de ayer sería un desfile sorprendente, y lo fue. Por todo. La pasarela, casi a ras del suelo y recreando una vía con dos carriles, con un paso de peatones en su parte posterior, señal incluida, redundaba en ese efecto que habían anunciado: el Carballo del futuro, un Carballo ciudad, un Carballo urbano. El de ayer fue un desfile muy dinámico, con una plataforma-andamiaje posterior que también acaparaba actividad y atraía la atención: la protagonista era la moda para otoño/invierno -textil, calzado, complementos, maquillaje, peluquería e incluso juguetes-, pero también la puesta de escena. Hubo sorpresas. La interacción con el público fue constante durante todo el desfile, ya fuese con inesperados bailes en directo (una bachata primero, danza del vientre después), con un pase moda laboral o lanzando flores a los asistentes. Las mil sillas estaban ocupadas y había mucha, mucha gente de pie.

Se vio de todo por la pasarela, de mano de 19 establecimientos: empezó un desfile juvenil, simulando gente paseando y encontrándose en una calle, y a partir de ahí fue llegando el resto. De mano de 130 modelos -alguno parecía haber nacido desfilando-, Carballo presumió de moda para todos los estilos, de hombre y de mujer, para todas las edades (como lo que había en el público) y para todas las ocasiones: el día a día, ceremonias (comuniones, bodas...), citas festivas, looks distinguidos pero informales, elegancia... Los colores del otoño en las prendas (marrón, verde, la tendencia del blanco y negro, los flecos...) y colorido en los más pequeños. Como siempre, estos últimos aportaron el desparpajo y arrancaron carcajadas y aplausos. A mitad del desfile, el público sacó su entrada para seguir el sorteo al que tenían derecho con esta, y comprobar si eran o no los galardonados. La explosión de propuestas volvió a confirmar el desfile del CCA como un referente de la moda carballesa y gallega.

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