La cosecha del maíz sirve de escuela natural en Fisterra

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

ALVELA

Los alumnos del Nosa Señora do Carme descubrieron todos los secretos de este cultivo de manos de un agricultor local

04 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Cuando se planta? ¿Los tallos sirven para el próximo año? ¿Se puede coger otra cosecha en invierno? ¿Vale para hacer palomitas? ¿Como entran los bichos si las mazorcas están cerradas? ¿Se le puede dar al perro?». Los alumnos del colegio Nosa Señora do Carme de Fisterra, que participa en el programa Voz Natura de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, frieron ayer por la tarde a preguntas a Francisco Boullosa Canosa, que prestó su pequeña plantación de maíz situada al pie de la playa de Mar de Fóra como campo de trabajo, experimentos y aprendizaje para los escolares.

Como de lo se que trataba es de conocer de primera mano los ciclos y las características de esta gramínea, el forraje principal del comienzo del otoño en la Costa da Morte, los propios niños fueron los encargados de cosechar las mazorcas y, dada la impaciencia propia de su edad, incluso empezaron a desgranar algunas de ellas.

Después de una hora de trabajo, en la que lograron juntar una respetable pila de espigas, el propio Boullosa y su nuera María Julia Insua Moure, que además de profesora de la ESO es la coordinadora de Voz Natura del centro, se ocuparon de las explicaciones.

En contra de lo que ocurre habitualmente en estos casos, Julia Insua y el resto de profesores apenas necesitaron espolear a sus pupilos para que surgiesen las preguntas. La propia curiosidad de los chavales hizo el trabajo y alguno de ellos, más bien alguna, llegó a formular hasta una decena de cuestiones, lo que le valió una promesa de mayor puntuación en el trabajo académico que tendrán que realizar.

Para Francisco Boullosa, Pancho como le conocen en confianza, la experiencia también resultó divertida, porque después de cuatro decenios en el mar el cultivo del campo «non é un traballo se non máis ben unha diversión» y, si se produce en contacto con los pequeños, pues mejor.

A juicio de la maestra, el resultado formativo también es reseñable porque, como le dijo a los niños «lo que se da en los libros después se ve en la realidad». Y de eso ayer hubo mucho, tanto que costaba volver al colegio.