En la iglesia de Finistère de Bruselas, con la capilla del Buen Suceso

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La iglesia, en el centro de Bruselas.
La iglesia, en el centro de Bruselas. Jean-Paul Remy

El templo belga, en la mejor zona de la capital, está relacionado con Fisterra

03 oct 2014 . Actualizado a las 07:46 h.

Que hay muchas Fisterras y Finisterres en España, Europa y el mundo no es nada nuevo. Al contrario: es muy viejo, tanto como los pueblos hunden sus raíces en la terminología latina y sus diversas evoluciones. Pero que en la misma localidad coincidan Fisterra por un lado, y la capilla del Buen Suceso por el otro, ya no están común. Solo en dos: en la de la Costa da Morte, con el templo de Santa María das Areas, y en pleno casco viejo, del Buen Suceso), y Bruselas. En la capital belga, la separación no es tal, porque la segunda es un pequeño espacio dentro de la primera, la iglesia Notre-Dame du Finistère (Nuestra Señora de Finisterre). Está en la mejor zona comercial de la ciudad, en la Rue Neuve y paralela a la de Finistère.

El alcalde, José Manuel Traba, aprovechó que esta semana viajó al Parlamento Europeo, en una delegación del PP gallego para conocer las instituciones comunitarias, para visitar el templo. Que, como se puede deducir por la nomenclatura, alguna relación guarda con la local.

Hay semejanzas más o menos llamativas, como que casi sea el punto de inicio (a pocos metros) del Camino de Santiago (hay muchos inicios por toda Europa, tal vez el más significativo sea el de San Mateo, en el norte del Finistère bretón), o que la imagen de Nuestra Señora sea (pueda ser) una copia de la original gallega, datada en 1628.

Orígenes

La primera, según cuenta la leyenda o los apuntes históricos (a veces se mezclan, según dónde se consulte) fue llevada a Bruselas por un peregrino desde Fisterra. Pero hay más teorías, como que se trata de una imagen trasladada por una noble inglesa en los tiempos en los que Enrique VIII perseguía a los católicos, en plena implantación del anglicanismo. Como en el siglo XV (siglo de la construcción de la capilla antigua y primera, de la que ya no queda nada: la actual está cerca y las obras terminaron en 1730) estaba fuera de la ciudad, le habría quedado el Fines Terrae, que aún luce en lo alto de una de las puertas. Puede ser. Pero los folletos que se reparten en el templo, también en español (apuntados ya en un reportaje de La Voz hace años), indican: «Ahí se honraba una pequeña imagen de Nuestra Señora traída del Cabo Finisterre de España». No sería tan raro, en épocas en las que las peregrinaciones y las incursiones en otros territorios tenían a menudo como objetivo llevarse las imágenes santas de determinados lugares significativos. Y Fisterra (al contrario) no es ajena a esa costumbre, como aparece atestiguado en numerosos escritos. O en recreaciones históricas como la de Poole, cuyo famoso pirata Harry Paye (erróneamente escrito Pay en diversos foros) llegó para llevarse su Cristo.

Curiosamente, en el sur de los Países Bajos, en Someren (3.510 habitantes), provincia de Brabante del Norte, su iglesia lleva la misma inscripción que la belga: Laus tua Finisterrae». Casualidades de la historia.

curiosidades históricas

A pocos metros comienza a discurrir el Camino de Santiago

La imagen de la santa puede ser una copia de la que se llevaron de As Areas