Cinco generaciones de una familia separadas por 82 años

Á. P. carballo / la voz

CARBALLO

Diego Alonso Freire

Madre, abuela, bisabuela y tatarabuela se reunieron en Xaviña para celebrar el nacimiento de Melodi Espo Baldomar

30 sep 2014 . Actualizado a las 09:15 h.

En estos tiempos en los que la maternidad se va retrasando cada vez más resulta curioso toparse con casos como el de esta familia de Xaviña (Camariñas) cuya matriarca, Carmen Dolores Mouzo Castro, acaba de convertirse en tatarabuela con solo 82 años.

Melodi Espo Baldomar, que cumplió un mes el pasado día 21, es la artífice de este feliz acontecimiento y también de la fiesta que se celebró el sábado pasado reuniendo a cinco generaciones de mujeres de la misma familia. Entre la pequeña Melodi y su tatarabuela se sitúan para completar este abanico generacional su madre, Iria Baldomar Lojo, de 19 años; Eva María Lojo Barreiro, que con tan solo 36 se acaba de estrenar como abuela, y María Isabel Barreiro Mouzo, que a sus 57 años y con 11 nietos se ha convertido ahora en bisabuela.

«Estamos todos encantados, aínda que somos moitas a pelexar por ocuparnos da nena porque todas queremos facelo», explicaba ayer esta última, una emigrante en Suiza que ha regresado a la comarca por unos días para ser partícipe de esta insólita celebración. María Isabel cuenta que ella también fue una madre precoz y que después de su primera hija, nacida cuando tenía 17 años, vinieron cinco más. «Eran outros tempos», dice.

«De marabilla», responde la madre de Melodi al preguntarle por su recién estrenada maternidad. Además, apunta entre risas, que pese a la disputa amigable que se vive estos días en por atender a la quinta generación -y a la que suman también varias tías- siempre acaban por ponerse de acuerdo. «Incluso», el padre de la pequeña, Ángel Espo Geira, tiene ocasión de ocuparse de ella pese a encontrarse en minoría entre tantas mujeres.