Una parte de los problemas del templo se deben al vandalismo y el abandono de años

La Voz

CARBALLO

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:10 h.

La humedad es, a juicio de los técnicos de la Xunta el principal problema de Moraime, pero ese agua que se filtra dentro de la iglesia no necesariamente lo hace por causas naturales. El vandalismo, con el robo de las bajantes de pluviales y la rotura de cristales, ha realizado una contribución importante en el desastre generalizado, atribuible, sobre todo, al nulo mantenimiento acumulado durante décadas.

Buena prueba de ello es que los canalones del tejado están llenos de suciedad y, por tanto, apenas cumplen las funciones de evacuación que le son propias.

Lo que sí ha aguantado bastante bien son las cubiertas. La teja se encuentra en buen estado, apenas faltan piezas, con lo que se evita un gasto que dispararía por completo el presupuesto de las actuaciones ahora puestas en marcha.