Los tiempos actuales son convulsos, aunque para las empresas siempre lo han sido. Pero tal vez más en épocas de nuevos modelos económicos y una globalización imparable.
Por eso resulta al menos llamativo que una empresa pueda resistir tantos años, ahora en manos de la cuarta generación, y además en una comarca que, sobre todo por geografía, nunca ha estado un poco alejada de los grandes proyectos industriales. Para Cerdeiras, las claves de la longevidad están en haber mantenido la filosofía inicial: «Honradez, respeto, trabajo, formación, educación y familia».
Explica que todos ellos son «valores internos que han hecho que nuestra empresa tenga continuidad generación tras generación. La familia -añade- siempre ha trabajado activamente en la empresa».
Otra de las claves, pero ya desde el punto de vista empresarial, es haber apostado constantemente por la inversión para modernizar e innovar, reinvirtiendo los beneficios y aprovechando, ahora, los fondos europeos para la pesca. Esta filosofía ha permitido multiplicar por siete los activos de la compañía desde que la cuarta generación se hizo cargo de ella. Y, sin embargo, «los IRPF de los socios son los mismos». En este sentido, Cerdeiras señala que los tres pilares básicos de actuación son la «especialización, la diversificación y la diferenciación. Sobre esto pivota todo».