Pasan los años, pero Andrés Cerdeiras Lemus (1962) se mantiene fiel a su deseo de evitar los personalismos, que necesariamente tienen que recaer en él por ser el codirector general y la cabeza visible de la empresa. Enfatiza que a él le toca esa función, pero que son ocho socios de dos familias, los Cerdeiras Lemus (tres) y los Cerdeiras Jaureguízar (cinco). Lleva 25 años en los puestos de responsabilidad, pero antes ocupó otros en el departamento comercial, por ejemplo. Ahora le tocan otras funciones, que pasan por «equilibrar al máximo la cuenta de resultados, priorizando las inversiones, aprovechando la inestimable ayuda de los fondos europeos de pesca, porque sería un sacrilegio no hacerlo».
Y, con todo esto, «situar a la empresa donde debe estar, potenciando el mercado nacional y desarrollando el exterior». Tienen intereses en unos doce países, aproximadamente. Asegura que este negocio no es para echar bombas en cuanto a rentabilidad, sino que lo esencial es apostar e invertir para afrontar el futuro. «Un futuro en el que creemos», apostilla.
En esa visión a medio y largo plazo tiene especial importancia la localidad en la que nació la empresa y donde está la base: «Apostamos por Camariñas, por invertir en la Costa da Morte y en Galicia». El origen se refleja (y se reflejará aún más) en varias líneas de sus productos. Lo mismo que el proceso: «Fabricamos todos los productos que vendemos, y eso es una garantía para el consumidor. No compramos latas hechas, nos encargamos de todo, y potenciamos el made in Spain», dice. Añade: «Cuando compras uno de nuestros productos sabes que apoyas a la gente de aquí, y no contribuyes a evitar las desigualdades que se producen en otras partes del mundo».