«ForSeaDiscovery» volverá a Fisterra en julio para quedarse

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

San Claudio, en el centro, con otros investigadores.
San Claudio, en el centro, con otros investigadores. ALVELA

El proyecto europeo tiene en la zona un área principal de investigación

18 sep 2014 . Actualizado a las 15:25 h.

Son cuatro años de proyecto, decenas de investigadores sénior y de alumnos y casi otras tantas sedes repartidas por universidades, centros de estudio, costas y localidades de media Europa, pero, entre ellas, Fisterra tiene reservado un hueco especial, según afirma la directora de ForSeaDiscovery, Ana Crespo, quien ya adelantó que para el verano que viene, posiblemente en julio, volverán a inspeccionar algunos pecios que tienen señalados. «Estamos en el Fin del Mundo pero esto es solo el principio», señaló la catedrática del CSIC en el Faro de Fisterra durante el turno de conclusiones de estas primeras jornadas, que aprovechó para resaltar que es hora de que el proyecto, que investiga el impacto de la construcción naval en los bosques, quede en manos de los alumnos. «Nosotros sacamos el barco del puerto y ahora os toca a vosotros manejarlo», apuntó la doctora, quien piensa seguir trabajando todo lo que pueda, pero piensa ya «en el paso siguiente», que es la aprobación y financiación de otros planes complementarios que no quiso desvelar.

«Del dinero y la mano de obra ya me encargo yo, lo que necesitamos es el apoyo de los políticos para que nos ayuden a tener una buena relación con la Consellería de Cultura y la Xunta», afirmó Crespo entre risas, dirigiéndose al alcalde fisterrán, José Manuel Traba, y después de detallar los años de trabajo, convocatorias y gestiones que le llevó lograr la financiación del proyecto por parte de la Unión Europea.

El propio regidor también hizo referencia a las labores previas iniciadas en el año 2006, de la mano de Miguel San Claudio, sin las que ahora «difícilmente se podría llevar a cabo algo como esto».

El arqueólogo submarino, por su parte, volvió a referirse a la «oportunidad de los gallegos para estar presentes en el mundo, por encontrarse en el meollo de las comunicaciones atlánticas, ya que el comercio, las guerras y las relaciones humanas en general se han hecho por mar». Así, mientras zonas como la Costa da Morte están «alejadas de los centros culturales», a su juicio tienen la ventaja de estar situadas en «un finisterre estratégico de la ruta de intercambio más importante que ha conocido la historia, la del Atlántico Norte».

Al margen del interés puramente académico, los investigadores y colaboradores, pusieron ayer el acento en la «utilidad» que puede tener este proyecto con vistas al futuro. De hecho, San Claudio, destacó como en la Edad Moderna con civilizaciones muy diferentes y enfrentadas, mucho más que hoy en día, se pudo establecer un «marco global», que permitía que un producto de lujo fabricado en China se pagase con plata americana y se vendiese en Amberes.

Estas enseñanzas, y de ahí en parte el interés de la Unión Europea, debería aportar claves para la gestión de los recursos y las relaciones en la sociedad más globalizada que ha existido nunca sobre el planeta.