José María de la Viña inició ayer su despedida de la docencia. Asegura: «Voy a vivir este curso de forma especial». Será el último antes de su jubilación, un paso que ha ido retrasando porque, según afirma, «me gusta enseñar cuando los alumnos quieren aprender».
No siempre se da esa circunstancia. Señala que «los alumnos van mejorando con los años, aunque los 13 o los 14 años son duros de llevar».
José María de la Viña tiene asumido el retiro, ayer mismo habló con compañeros ya jubilados y le contaron que están «muy contentos», así es, dice él, «salvo en uno a dos casos de cada cien». Se quedará con el aprecio de los que fueron sus alumnos, incluso de los que fueron mal. Explica que algunos que fueron sus estudiantes lamentan ahora no haberse esforzado un poco más, pero a los 14 años no tienes la sensatez de ver lo que te espera si no lo haces».
Lleva enseñando en el instituto Alfredo Brañas de Carballo desde 1970 cuando se abrió el centro. Explica que este tiempo «ha estado lleno de satisfacciones por parte de los compañeros y de los alumnos», con muchos de los cuales sigue manteniendo una relación estrecha.