La escalada a pulso de bloques de piedra atrae ya a visitantes de otros países
20 ago 2014 . Actualizado a las 10:22 h.La piedra, junto con el mar, es el elemento fundamental de muchos de los paisajes más espectaculares de la Costa da Morte. Y de un tiempo a esta parte se está convirtiendo también en escenario de una práctica deportiva aún minoritaria pero en auge, que ha logrado atraer ya a visitantes llegados de fuera de Galicia e incluso de otros países. Se trata del «boulder» o búlder -en su versión castellanizada-, un tipo de escalada a pulso en la que el deportista ha de enfrentarse a grandes bloques de piedra sin más ayuda que su fuerza y su pericia.
El cormelán Benito Santos Varela, conocido en el mundillo como Ben de Corme, fue el pionero en la comarca de esta disciplina, en la que se inició hace ya «uns 15 anos», y ha ejercido de guía para muchos de los deportistas que han descubierto en la zona un lugar ideal para superar los «problemas» que le plantean las rocas.
«Aquí temos unha moi boa calidade de roca e de líneas, e ademais cando hai nordeste as condicións son moi boas», apunta Santos desvelando otra de los aspectos que hacen de la comarca un buen sitio para practicar este deporte: no se registran temperaturas tal altas como en otros sitios y es posible así evitar los problemas que pueden originar la sudoración a la hora de practicar una disciplina en la que el agarre es fundamental.
Estos alicientes, así como «a gastronomía e as praias», son a su juicio las claves por las que personas de otros lugares han llegado a la comarca atraídos por el boulder. «Vén xente doutros puntos de España, pero tamén de Francia, e hai un par de italianos que volven todos os veráns», cuenta Santos, coautor del libro Boulder en Galicia. Guía zona norte, en el que aparecen los mejores lugares de la Costa da Morte para enfrentarse a estas piedras.
Corme, Mens (Malpica), Camelle, Fisterra, O Ézaro y los Penedos de Pasarela y Traba son algunos de los puntos de la comarca en los que los aficionados pueden buscar nuevos desafíos, aunque el hecho de ser una práctica aún muy poco conocida también juega en contra de estos deportistas.
Tanto Santos, como Víctor Suárez, un coruñés de familia vimiancesa que comenzó a escalar piedras hace 12 años, aseguran que en la zona de los Penedos es posible encontrar muchas rocas retadoras, pero que el crecimiento descontrolado de la vegetación hace imposible acceder a la mayoría de ellas.
Por ello plantean la necesidad de tomar ejemplo de otros lugares como Pena Corveira, en Avión. «Alí o monte esta desbrozado, e hai sendeiros e sinalización tanto para os escaladores, como para os ciclistas ou os camiñantes», explica Santos tras insistir en el enorme «potencial» de la Costa da Morte. «Este es un gran sitio para el boulder, pero como ocurre muchas veces, la gente de fuera le da más valor que nosotros mismos», añade Suárez.