Si todo marcha según lo previsto, el armazón quedará listo en unos diez días
20 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La descarga de material (cerchas) para la instalación de la estructura de madera para la cubierta del santuario de la Barca de Muxía comenzó ayer por la mañana. Por la tarde, arrancó el montaje, explicó Carmen García, del estudio K2C Arquitectas. Se maneja un plazo de dos semanas, laborables (es decir, diez días), para que esta estructura esté completada. Quedaría el resto de entramado de madera y, finalmente, la colocación de la pizarra. Son cuestiones, según apuntó también García en Radio Voz Bergantiños, para las que es fundamental que el tiempo venga bueno. «Hasta ahora trabajamos en el interior y no nos afectaba tanto, pero ahora que pasamos al exterior sí», dijo. De momento, no ha habido ningún imprevisto que obligase a cambiar el plan inicial de obra, de manera que, en principio, y siempre que no haya contratiempo alguno, todos los trabajos incluidos en el proyecto de rehabilitación, adjudicados a Cabero Edificaciones S.?L., podrían concluir a finales de diciembre, justo cuando se cumpliría un año del incendio que arrasó el templo (25 de diciembre, día de Navidad).
Sobre la cuestión de la pizarra, García explicó que su contratación se estaba cerrando estos días y que se contactó con varias empresas, siempre con el objetivo de seleccionar a aquella que envíe el material dentro de los plazos más adecuados para que ellos también puedan cumplir con los suyos. En el caso del santuario muxián, influye mucho el viento, de modo que la pizarra, apuntó la arquitecta, ha de ser más gruesa y de mayor tamaño que la de una vivienda, «con un cierto peso que garantice que no van a volar», como sí pasaría si el tejado fuese de teja. Por otra parte, en el interior del templo, una vez concluidas ya las labores de limpieza -ahora se están aplicando enlacados-, empezará la restauración de los retablos laterales. No el mayor, porque ese se perdió del todo y todavía queda por definir qué pasará con él. La recuperación de los demás es posible porque, aunque afectados, conservan sus elementos. Esta parte no estaba prevista en el proyecto de K2C Arquitectas, por lo que se preveía protegerlos hasta que el Arzobispado acordase con los restauradores el inicio de los trabajos. Eso ya ha pasado, no obstante, así que, sin alteración alguna, se han coordinado. En el interior se priorizó la limpieza para acabar con todas las labores que pudiesen ocasionar polvo y, en breve, los otros profesionales iniciarán la recuperación de los retablos.