La Costa da Morte ha sufrido numerosos vertidos de purín en los últimos años, pero pocos tan graves como el de Muxía. El gran precedente del caso actual, incluso más llamativo que este fue el ocurrido en noviembre del 2003 en Carballo y A Laracha.
Un enorme depósito de residuos de una granja de cerdos, situado en la parroquia larachesa de Lestón, reventaba y quedaban liberados 500 metros cúbicos de purín almacenado, que fue a parar al Rego Maior, afluente del río Anllóns.
Este desastre medioambiental obligó al Concello de Carballo a cortar el suministro de agua durante 48 horas y a abastecer a la población con camiones cisternas. Mientras, los técnicos municipales y la empresa concesionaria, en colaboración con personal de la Consellería de Medio Ambiente, trabajaban a marchas forzadas para buscar una solución provisional al problema para mantener el servicio.
La solución de emergencia consistió en la instalación de una tubería para captar agua en una zona limpia del río y una bomba para impulsarla hasta la planta potabilizadora. Posteriormente los técnicos tuvieron que colocar una segunda bomba que permitiese cubrir las necesidades de los carballeses.
La gravedad del problema obligó a constituir un gabinete de crisis, integrado por los concejales Ramón Eirís y Luís Lamas, el responsable de la Policía Local, un teniente de la Guardia Civil y el coordinador de Protección Civil. Este operativo se mantuvo hasta que la contaminación en el río Anllóns y el Rego Maior quedó eliminada y Sanidade daba el visto bueno al restablecimiento del servicio, del que dependían cerca de 20.000 personas en el Concello de Carballo por aquellas fechas.