Obreros de Maceiras no verán un céntimo hasta octubre

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Hay sentencias dictadas y procesos abiertos, pero no aparecen los fondos necesarios para pagar las deudas contraídas

27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Algunos ya tienen sentencias favorables, otros están inmersos en procesos judiciales en los que, en varios casos, la empresa ni siquiera compareció, pero los obreros del empresarios vimiancés Manuel Maceiras seguirán sin ver siquiera una parte de su dinero, como mínimo, hasta el mes de octubre. Así se lo han hecho saber a algunos de los afectados los letrados que los representan, que en parte son del turno de oficio, puesto que han acreditado que no cuentan con los fondos suficientes para defender sus intereses.

Uno de los casos más alarmantes, según explica él mismo, es el de Jesús Agustín Espasandín, que ejercía como encargado en Mauritania y ahora está a punto de que lo desahucien del piso en el que convive con su mujer, que sufre una minusvalía y está en silla de ruedas. Él, como otros damnificados, ya no carga solo contra el empresario, sino también contra la administración concursal. «Se non atopa os cartos que os busque, porque habelos hainos. Se non houbese cartos o fillo non se estaría paseando por Vimianzo cun Mercedes novo», se queja el trabajador, que dice que solicitó cobrar el paro todo junto, ya a la desesperada, para montar una pequeña churrería en Baio y, ahora, además de tener que hacer frente a las cuotas de autónomos, adeuda numerosas mensualidades del alquiler del piso y no puede devolver otras cantidades de dinero que pidió prestado para salir adelante mientras no le pagaban.

Promesas

El contacto que tenían con los responsables de la empresa, que lo fueron a buscar para que trabajase en Mauritania, está completamente roto y las promesas de que cobraría lo adeudado se quedaron en eso. «O pai ou xa non ten o mesmo número ou non o colle e ao fillo -que era con quen eu tiña trato directo, porque levaba alá os temas de oficina, certificacións e demais- non o podo chamar porque me denunciou. Di que él non ten nada que ver coa empresa e que eu non teño nada polo que chamalo», concluye.

El otro gran asunto que afecta a este grupo empresarial, la presunta estafa forestal, sigue su curso dentro de un proceso de instrucción que apunta a que se va a prolongar varios meses ya hasta cerca de los tres años desde que fue iniciada. De hecho, en las últimas semanas han sido llamados a declarar nuevos testigos y este goteo se mantiene prácticamente incesante. El ritmo desespera a los supuestos damnificados aunque, al menos, tienen constancia de que se está haciendo algo para clarificar la situación y que el tema no ha quedado aparcado en los cajones de los juzgados.