Un sexto incendio crea aún más desconcierto en San Cremenzo

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Los vecinos tuvieron que retirar de nuevo toneladas de hierba para extinguir las llamas.
Los vecinos tuvieron que retirar de nuevo toneladas de hierba para extinguir las llamas. alvela< / span>

Los vecinos dudan ya incluso de una autoría que tenían más que clara

26 jul 2014 . Actualizado a las 16:09 h.

La rabia y la indignación se ha instalado hasta tal punto en San Cremenzo de O Ézaro (Dumbría), que ayer por la mañana, con el sexto incendio de las últimas semanas, de nuevo en un alpendre lleno de rulos de hierba seca, la gente se puso a vaciar el cobertizo como si ya se tratase de una tarea agraria más.

La situación ha llegado a tal extremo que algunos vecinos empiezan incluso a dudar de que el que todos daban por autor seguro de estos hechos, realmente lo sea o actúe solo porque consideran excesivo lo que está ocurriendo incluso para él mismo.

Este último incendio repitió prácticamente los mismos patrones de los cinco anteriores. Nadie vio el momento exacto de su iniciación: la alarma llegó al descubrir ya cómo el humo salía del cobertizo y el fuego empezó a avanzar entre la hierba prensada, hasta el punto de que fue necesario retirarla toda del alpendre para que los bomberos de Cee y los propios vecinos, con sus cisternas agrícolas, extinguiesen por completo los focos. Fue un tarea que se prolongó entre las 10.00 y las 12.00 horas, aunque continuó después hasta la tarde con los trabajos de limpieza para eliminar el hollín, el agua acumulada y los restos de materiales calcinados.

En esta ocasión no hubo reses muertas como el domingo pasado, pero sí un gato que apareció quemado en medio de los rulos, probablemente porque lo asfixió el humo y ya no pudo escapar.

Además, para incrementar si cabe la ira del vecindario, se da la circunstancia de que el alpendre afectado es el mismo que ardió el pasado 8 de junio. De hecho, aunque fundamentalmente afectó a la parte antigua, algunas de las planchas de fibrocemento dañadas fueron de las sustituidas en la última reparación, en la que fue necesario reforzar alguna viga, ya que tan altas temperaturas, y además de manera repetida, empiezan a amenazar con provocar desperfectos en la estructura.

Miedo a recoger la hierba

En esta situación de incertidumbre, los ganaderos del lugar se niegan incluso a recoger la hierba seca que todavía queda en los pastizales. José Trillo, que perdió varios animales el incendio anterior, el quinto de los que ha sufrido el vecindario, explicaba ayer que mientras no se le ponga remedio a lo que está pasando no tiene pensado cosechar. «¿Para que?», se pregunta, porque teme que se vuelva a repetir un incidente de este tipo y que el trabajo no sirva para nada.

Sin embargo, el principal temor de los residentes de San Cremenzo, una localidad en la que hace solo dos meses reinaba la tranquilidad absoluta, son sus propias viviendas. El riesgo de que un incendio se descontrole o salte alguna chispa que pueda prender en una casa está ahí, con lo que todo el mundo vive en una constante sospecha. De ahí que urjan a las fuerzas de seguridad una solución a un problema que ya ha rebasado todos los límites de la paciencia.