Los concellos, maniatados por las empresas en concurso de acreedores

Toni Longueira / J. V. Lado CARBALLO, CEE / LA VOZ

CARBALLO

La grúa sigue en una urbanización de O Recheo, en Ponteceso, a pesar de las tres notificaciones.
La grúa sigue en una urbanización de O Recheo, en Ponteceso, a pesar de las tres notificaciones. casal< / span>

Son incapaces de retirar grúas, vallas o acometer obras ya comprometidas

20 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los concellos están maniatados por las empresas en concurso de acreedores. El motivo, no pueden ordenar la retirada de grúas, vallas de obras y otras infraestructuras que quedaron abandonadas a su suerte tras el estallido de la crisis económica, o acometer trabajos pactados en su día. En el mejor de los escenarios, los concellos logran, después de numerosas notificaciones, amenazas de multa y peticiones judiciales, que las empresas, o bien los administradores concursales, retiren estos elementos.

En Ponteceso, el alcalde, José Luis Fondo, sigue a la espera de que el administrador concursal decida qué hacer con un bloque de viviendas que Elyte tiene a medio hacer en O Recheo. El consistorio quiere que retire una grúa de grandes dimensiones y remitió, sin éxito, tres notificaciones, a la espera de que un juez resuelva el futuro de la obra.

En Carballo, el Ayuntamiento tuvo que recurrir a la vía judicial para poder tapiar la urbanización abandonada Costa Nariga, objeto de continuos actos vandálicos y robos. Además, el complejo tiene los sótanos anegados de agua por culpa de la rotura de una canalización.

Abastecimiento frustrado

En Cabana, el ejecutivo permanece a la espera de una resolución para acometer una ampliación de la red de abastecimiento en Corcoesto, Nantón, Riobó y O Esto. La actuación, valorada en 1,2 millones de euros, lleva parada, según confirmó el alcalde, José Muíño, dos años porque la adjudicataria está en concurso.

Aunque no se deriva directamente de la quiebra de ninguna empresa, sino más bien de un capricho personal, el caso paradigmático de problemas para un concello en la gestión del espacio público es de la calle Mixirica de Fisterra. Primero un viejo Citroën BX y después, desde el 2009, un contenedor de obra con el vehículo dentro mantuvieron en jaque al Ayuntamiento que se vio obligado a pleitear con el vecino en cuestión para poder despejar la vía pública. El problema radicaba en las discusiones sobre a quien correspondía la titularidad de ese espacio, que el TSXG declaró pública el pasado mes de junio, con lo que la situación estaría más cerca de resolverse.

También en la comarca de Fisterra otro caso especialmente signiticativo es el del edificio del IDC. La entidad que lo gestionaba y dio lugar a la guardería local desapareció, y además literalmente. Con ella se fue la escuela infantil y también toda posibilidad de interlocución con el Concello, que en un inicio quería hacerse con el inmueble, pero se lo impidieron las excesivas pretensiones económicas de los propietarios. Ahora el edificio se cae a trozos, incluso con cierto riesgo para los viandantes y el Ayuntamiento se encuentra con que no hay nadie a quien reclamar.

En Laxe, el Concello tardó lo suyo para que una empresa retirase una valla que invadía una acera de la calle Rosalía de Castro. En Cerceda pasó lo mismo con Promociones Riogali, que tardó un año en quitar una grúa de grandes dimensiones junto al colegio O Cruce.

En la antigua explotación de Monte Neme, ni Industria ni concellos pudieron drenar la balsa al encontrarse la concesionaria Leitosa en concurso de acreedores. Solo cuando la balsa reventó acometieron unas actuaciones que se debieron ejecutar hacía años. En Cerceda, el Concello continúa a la espera de que una constructora retire las vallas de obras y una antigua oficina de ventas de pisos de una promoción que no se llegó a ejecutar nunca.