marianna Piseddu y Luigi Suella son una pareja italiana, de Cerdeña, que como tantas otras no disponía del tiempo suficiente para hacer del tirón el Camino de Santiago, pero eso no les ha apartado de su sueño, del que ahora, después de mucho esfuerzo, disfrutan en Fisterra.
«Empezamos hace tres años y aquella vez llegamos hasta Logroño. Después hicimos el tramo hasta León y ahora salimos de allí para llegar a Santiago y a Fisterra», explica Luigi, para quien tiene un especial simbolismo poder hacerse una foto apoyado sobre el hito del kilómetro cero, con el Faro Fisterra a sus espaldas.
Marianna se muestra cansada, pero luce una radiante sonrisa, la que le da la sensación de haber cumplido un objetivo. «Fue muy duro pero también muy bonito», recalca la peregrina sarda, que le encuentra encanto a cualquier sitio al que va. «Esta tierra de aquí en Galicia y en Fisterra es muy bella por los bosques, el mar,... igual que nuestra Cerdeña, que, al tratarse de una isla, también tenemos mucha costa. Incluso la Meseta, donde está todo tan seco, también tiene sus cosas bonitas, como ver ese espacio tan amplio, llano y con el brillo del sol», añade la caminante, mientras recuerda algunas de las etapas más complicadas en las que, por suerte, no tuvieron contratiempo importante alguno.
Para su pareja, la clave, sobre todo en los trayectos largos por las interminables llanuras castellanas, está en «no quedarse sin agua», porque de lo contrario, con tanto sol, y aunque ellos también probaron la lluvia, «puedes pasarlo mal».