Dos finales en la Costa da Morte y un Camino donde hay que poner mucho el ojo

La Voz

CARBALLO

14 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Fisterra es fin de Camino, pero no hay que olvidar Muxía, punto último por el que optan también un buen número de peregrinos y que, por tanto, incrementaría la cifra de romeros en la Costa da Morte. La ruta xacobea es una de las principales cartas de presentación de la comarca, y ello pese a la necesidad de trabajo y promoción detectada por la última expedición informativa promovida por Neria y en la que participaron directivos de la entidad, además de empresarios y mandatarios locales. Pusieron de manifiesto, incluso, un afán de ocultar este fin del Camino a lo largo de los kilómetros precedentes.

Constatada, como ocurre en etapas anteriores, está también la existencia de una picaresca que amenaza con deturpar la imagen de la peregrinación y del significado espiritual de las localidades. «Fisterra é un premio. Ningún final desmerece a ningún, pero cando os peregrinos chegan aquí e ven o mar... É moi especial, moi distinto a Santiago», valora Begoña Valdomar. No obstante, en nada ayuda a ese final simbólico el hecho de que existan malas prácticas. Profesionales de la ruta se han quejado recientemente de captadores de potenciales clientes que esperan a los peregrinos en los puntos más concurridos para llevarlos a sus negocios. Como en tramos de la provincia de Lugo, por supuesto, existen otros trucos para dirigir a los caminantes hacia albergues privados, desde ofertas de lo más variado hasta publicidad de dudosa legitimidad.