Carballo ha empezado estos días a convertir sus calles en galerías de arte, una iniciativa que ha traído a pintores desde Japón o la India, para dejar su huella en nuestras fachadas.
El choque cultural y la diferencia de paisajes son la inspiración de estos artistas. Erina Kawachi, una pintora japonesa que ha empezado hace poco con su obra, se centraba en el uso de colores cálidos para pintar a un majestuoso ciervo, contraposición de los verdes y azules propios de Galicia. La artista explicaba que la ausencia de colores vivos era algo que le chocó cuando llegó aquí, así que su intención es que los colores de su mural se complementen con los del paisaje.
La lluvia también ha ayudado a Samia Singh, otra de las artistas que pasean por nuestras calles. Llegada desde Nueva Dehli, se sorprendía por nuestra natural indiferencia hacia la lluvia cuando en La India es recibida casi con asombro. Su obra reflejará paisajes que han conseguido maravillarla, sobre todo en nuestra costa. Junto a ellos incluirá imágenes cargadas de felicidad, para lo que le gustaría contar con la ayuda de los vecinos de Carballo; para esto, incluirá códigos QR con los que la gente podrá mandarle a su página web cualquier idea para su mural.