Fisterra no olvida a las víctimas del «Bonifaz»

Brais capelán / x.a. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

08 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Nueve millas mar a dentro descansan 20 de los 25 fallecidos que dejó el petrolero español Bonifaz hace 50 años en Fisterra. La mitad de la tripulación perdió la vida aquella fatídica noche de julio de 1964.

Desde ayer, lunes 7, el faro de Fisterra acoge una pequeña exposición sobre la mayor tragedia ocurrida en la Costa da Morte en el siglo XX. Quien se anime a acercarse encontrará 12 paneles con imágenes y textos del suceso, nombres y datos de los marineros acompañados de fotografías. Seguirá abierta hasta el próximo 31 de julio.

El buque, de 172 metros de eslora y 12.000 toneladas de carga, había sido construido en Cádiz apenas 5 años antes del hundimiento, en 1959, y pertenecía a la santanderina Naviera de Castilla. Viajaba rumbo a Cartagena tras descargar el combustible, procedente de Libia, en la refinería de A Coruña.

Las circunstancias de aquella noche eran adversas, pues se levantó una espesa niebla, que fue la principal causante de la colisión. El otro barco implicado, el Fabiola francés, se dirigía al puerto de Le Havre cargado de carburante.

El impacto entre los barcos abrió grietas en los tanques de ambos. El Bonifaz, aunque vacío, seguía conteniendo gas inflamable en su interior, que explotó e incendió parte del navío. Muchos de los marineros murieron a consecuencia de las quemaduras provocadas por las llamas.

El petrolero francés no salió tan mal parado. Perdió el combustible de un tanque y se incendió parte del casco. A pesar de lo dramático de la situación, el capitán del Fabiola decidió continuar la marcha y dejar el barco español hundiéndose junto a la costa. Este suceso es una de los detalles que más recuerdan los supervivientes, que critican la falta de humanidad del capitán galo ante la posibilidad de hundimiento de otro buque.

El agua empezó a entrar en el Bonifaz a través de las grandes grietas resultantes del accidente marítimo y el gran buque (el más grande en el momento de su construcción) empezó a irse al fondo. Lanzaron al mar dos botes salvavidas poco antes de que se produjera el rápido hundimiento. Muchos de los tripulantes tuvieron que saltar al agua y alcanzar las embarcaciones a nado.

En este momento emergió la figura del jefe de máquinas, Jaime Díez Cantero, que decidió avisar a la tripulación para que abandonase el navío cuando ya se habían producido las explosiones. Falleció cuando eran trasladados a puerto los supervivientes a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió mientras alertaba al resto de marineros.

Entre los pasajeros rescatados estaban cuatro de las seis mujeres que viajaban con sus esposos durante la larga travesía desde África. Las otras dos esposas no tuvieron tanta suerte. El Bonifaz se hundió rápidamente, quedando en su interior 25 personas, seis de ellos gallegos. Solo se conseguiría recuperar cinco cuerpos.

El mensaje de socorro emitido momentos antes del hundimiento fue recibido por los barcos Setas y Sloman Málaga; y el destructor de la armada José Luis Díez, que acudieron al lugar del suceso para rescatar a los náufragos y llevarlos a los puertos de Vigo y Marín.

Para conmemorar los cincuenta años de la tragedia, el próximo sábado a las 11, tendrá lugar un homenaje en el faro de Fisterra al que acudirán supervivientes del naufragio y familiares de los difuntos.

Como ha asegurado Manuel Martínez Caamaño, presidente de Xubimar (Asociación de Xubilados do Mar), se trata de una iniciativa del Concello de Fisterra, junto con la Asociación Nacional de Naufragios de la Mar y la agrupación que preside.

A su vez más, el domingo será oficiada una misa en honor a los desaparecidos y una ofrenda floral en la estatua ante A Vella do Paseo, que recuerda a los marineros naufragados en Muros, localidad natal de cuatro de los fallecidos en el Bonifaz, cuyo suceso sigue aún vivo en la memoria fisterrana. Serán unas jornadas muy emotivas, en las que se tratará de rendir tributos a todos aquellos que dieron su vida aquella noche en la mayor tragedia del siglo XX en la Costa da Morte.

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Fue la mayor tragedia marítima del siglo XX en la Costa da Morte

El sábado habrá un homenaje con los supervivientes

y familiares