Está en la región de Cajamarca y dará servicio a más de 200.000 habitantes
07 jul 2014 . Actualizado a las 13:28 h.La empresa ceense Obras Diversas Universales (ODU), dirigida por Enrique Domínguez Carreira y su hijo Enrique Domínguez García, después de un largo año de negociaciones y trámites ha logrado instalarse en Perú y, además, con un gran proyecto, la construcción del hospital de la región de Cajamarca. Se trata de una obra esencial para la zona, situada a más de 800 kilómetros de Lima, puesto que está previsto que el centro dé servicio a más de 200.000 habitantes.
La firma de Cee, que trabaja en colaboración con un socio local, ha asumido el encargo por la modalidad de llave en mano, lo que significa que tiene que ocuparse de todo el proceso: desde su principal especialidad, que es el suministro de los metales estructurales, hasta la contratación de la albañilería final, que es en lo que está inmersa en estos momentos, pasando por el hormigón y el resto de los elementos necesarios para que el proyecto se pueda materializar.
La obra civil del Centro Hospitalario Jaén está presupuestado en 75 millones de nuevos soles, equivalentes a 25 millones de dólares, unos 18,4 millones de euros. Estas cantidades suponen aproximadamente el doble de lo que costó el Virxe da Xunqueira de Cee, en un país en desarrollo donde la mayoría de los trabajadores rondan un salario de 200 dólares mensuales, una secretaria gana 400 y un ingeniero con experiencia pueda llegar a los 1.000.
Plazos cortos
La compañía tampoco dispone de demasiado tiempo para culminar el proyecto porque debe estar entregado a finales de septiembre, de ahí que el ritmo de trabajo establecido y la cantidad de operarios necesarios para llevarlo a cabo sea especialmente alto.
«Aspiramos tamén a conseguir o contrato de todas as instalacións sanitarias, aínda que iso aínda está en tramitación. Nestes momentos temos 82 empregados directos, xunto co noso socio local, que é natural de Barcelona pero está casado cunha peruana», explica Enrique Domínguez hijo, que es quien está más directamente implicado con este proyecto. Su padre añade que «farán falto polo menos outras 15 persoas para poder acabar a obra a tempo».
La empresa, pese a las dificultades, ha sido de las que mejor ha resistido el impacto de la crisis y sigue trabajando tanto dentro como fuera de Galicia, aunque sus responsables no ocultan la importancia que tiene para ellos este encargo. «Era hora de que as cousas viñesen ao seu despois duns anos tan malos como tivemos no sector», señala Enrique padre, quien reconoce que en estos momentos los proyectos grandes «están fóra» y no queda otra que moverse por el mundo para poder conseguirlos.
Esto no significa que ODU no esté trabajando, y además con cierto volumen, en España. En estos días acaba de hacerse con el contrato del campo de fútbol de Cervo (Lugo), por unos 400.000 euros. Además, tiene una urbanización ejecutada en Formentera y distintas obras adjudicadas en Navarra, Huelva, Sevilla y Toledo, aunque una parte de su facturación local está relacionada con los servicios que le presta a la empresa pública Tragsa, tanto en las propias obras como en el suministro de materiales, especialmente hierro.
Sin embargo, los Domínguez, que están muy relacionados con la asociación de empresarios Costa da Morte -el padre como expresidente y el hijo como actual vicepresidente-, siguen mirando al exterior y con especial insistencia a Panamá, país que Domínguez Carreira visitó en noviembre del año pasado y en el que alberga buenas expectativas sobre proyectos futuros. «Temos alí un socio que traballa moito con empresarios xudeus, que se moven en distintos sectores como o do tráfico de contedores do canal. O que pasa é que quere que estea alí con el todo o tempo e en todos os sitios á vez é imposible», concluye el constructor ceense.
«Era hora de que as cousas viñesen ao seu despois duns anos tan malos como tivemos no sector»
E. Domínguez Carreira