Si por algo se caracteriza la asociación Aurora de los Caminos es por desarrollar una actividad en total consonancia con los signos de la naturaleza. De ahí que sus miembros hayan elegido el cambio de ciclo solar para organizar uno de su mayores festivales del año, con ambientación medieval centrada en los siglos X y XI.
Las actividades ya arrancaron ayer pero queda todavía un amplio catálogo para todo el fin de semana. El Monasterio de San Martiño de Ozón, que tienen cedido por la Iglesia, como albergue de peregrinos y centro comunitario, acoge talleres de lo más variado que van desde la elaboración de ropa y accesorios cuero, hasta la talla artesanal de madera, pasando por la esgrima, el tiro con arco o las divertidas armas de gomaespuma.
El menú es a base también de los productos que dominaban la cocina del medievo, parrilladas y postres caseros, aunque, como no podía ser de otra manera a las puertas del San Xoán, el fuego tiene un protagonismo especial en los malabares, que se combinan con el teatro. Como siempre, todo el mundo es bienvenido.