El Concello de A Laracha amplía la protección de su patrimonio

CARBALLO

Pedra Fita de los montes de Erboedo.
Pedra Fita de los montes de Erboedo. Santi Garrido< / span>

El gobierno local tramita una modificación puntual del PXOM

20 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hasta la primera semana de julio está en exposición pública una modificación puntual el PXOM de A Laracha que podría suponer la salvación de lo poco que queda de buena parte del patrimonio arqueológico e histórico artístico del municipio. El proyecto, elaborado por el estudio de Ángel Monteoliva, servirá para ampliar la protección de tres castros, la Torre de Cillobre, y dos vestigios del neolítico, una especie de menhir conocido como Pedra Fita y un pequeño túmulo megalítico gravemente alterado. Peor es la situación del antiguo pazo, puesto que prácticamente no existe. A pesar de que está catalogado como BIC (Ben de Interese Cultural) desde 1949, fue desmontado casi piedra a piedra para servir de base al puente de O Formigueiro. Además, el portón barroco de la fortaleza construida en la Edad Media fue trasladado al Pazo de Oca, en A Estrada.

Según el documento, el motivo de la modificación está en la «necesidade de activar un sistema de protección, e mantenemento de elementos arqueolóxicos e do seu entorno, que permita dun modo directo a defensa dos mesmos fronte a malas prácticas de uso do solo rústico, e mesmo de perigos esquilmadores que atentan contra a naturaza física dos propios bens».

Además se plantean los redactores «unha estratexia didáctica, na que os elementos obxecto desta modificación poidan, a través da súa propia posta en valor, fomentar os valores de respecto, implicación da poboación tanto no seo coñecemento e relación co territorio, como na protección dos mesmos». La idea es que sirva de ejemplo para el cuidado del resto del patrimonio.

A nivel urbanístico se trata de ajustar la clasificación de suelo rústico de especial protección en todos los bienes y la cualificación como sistema general de los entornos inmediatos de estos elementos, lo que desembocará en la titularidad pública de los terrenos, ya sea por acuerdo negociado con los propietarios o por expropiación. Se trata de que el Concello tenga más facilidades de actuar en el caso de que deba haberlo para presentar el patrimonio o para realizar alguna excavación, algo que el gobierno local ya se ha planteado realizar con fondos propios.