Un símbolo identitario y etnográfico que define a Muxía

La Voz

PONTEVEDRA CIUDAD

12 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los vecinos de Muxía vieron el martes por la mañana cómo empezaban las esperadas obras en el santuario, casi seis meses después de que un incendio causado por un rayo devorase el interior y la cubierta del templo. Aguardan ahora a que también se intervenga en la Pedra de Abalar, que empezó a romperse por quinta vez, desde que se tiene constancia, durante el temporal del 6 de enero.

¿Qué importancia tiene la Pedra de Abalar para Muxía?

Muchísima. Muxía posee en esa zona un santuario religioso, el templo de la Virxe da Barca, pero tiene otro pétreo, ese del que forma parte la Pedra de Abalar o, también, la Pedra dos Cadrís. Ambos, uno al lado del otro, conviven en perfecta armonía y son escenario de las visitas de millones de personas. Es importante la iglesia, pero no menos estas moles cargadas de leyendas e incluso origen de la propia Muxía. De ahí la relevancia de que la Pedra da Abalar haga ese movimiento de balanceo que le da nombre.

¿Por qué se va a probar si abala sin el trozo que se ha roto y quién cree que podría hacerlo?

Tal y como apunta el alcalde, se probará porque la Pedra ya se ha roto en cinco ocasiones desde que se tiene constancia, y siempre por el mismo sitio: en 1978, 1987, 1997, 1998 y 2014. Si consiguiese oscilar sin reintegrarla, se evitaría el gasto de restaurarla. Con respecto a esta cuestión, el director de la Escola de Canteiros de Pontevedra, Enrique Velasco, apuntó en la reunión celebrada en abril -también acudieron el historiador del arte Antón Castro y el subdirector de Patrimonio, Manuel Chaín- que es imposible determinar cuántas veces se ha partido en los millones de años que tiene. Él es uno de los que cree que, en el lugar idóneo, la Pedra podría oscilar. También Fernando Martínez, doctor en Caminos de la UDC y director del equipo que la restauró la última vez, aludió en reiteradas ocasiones a que lo fundamental es devolver la mole a su punto de contacto y equilibrio original, incidiendo en que el trozo desgajado, aun pesando 2.000 kilos, es muy pequeño con respecto a toda la piedra, de modo que no incidiría en gran medida en que abale o no. Toda la Pedra de Abalar pesaría unas 82 toneladas.

¿Cuándo se partió del todo?

En febrero. El gran temporal de mar que sufrió Muxía el 6 de enero, el mismo que derribó el muro de contención del santuario, afectó a la reparación que se había practicado. La unión se resintió y la Pedra se desplazó, aunque los dos trozos no llegaron a separarse del todo. Aun así, los sucesivos temporales que vinieron después acabaron por causar el desgajo. Desde febrero, el trozo pequeño descansa encajonado entre otras rocas cercanas.

Y si no oscilase sin el trozo roto, ¿podría volver a pegarse?

Sí. Técnicamente es posible, y en ello también han incidido varios expertos. Enrique Velasco, mundialmente reconocido por su trayectoria en cantería, apuntó en Muxía que podría pegarse incluso «de una forma más sólida» que en la última ocasión, en tanto que han ido surgiendo nuevos medios desde aquel 2005. Eso sí, prácticamente nada podría garantizar que un temporal que es capaz de mover una piedra de 80 toneladas pudiese volver a romperla de nuevo. Hace ocho años, se utilizaron las últimas novedades, con fibra de carbono y resina epoxy. El sistema fue el idóneo, pero poco puede hacerse contra una naturaleza embravecida, destacó Martínez, director de la restauración. Él mismo destacó también que sí podría volver a unirse, máxime teniendo en cuenta que la rotura, por el mismo sitio, ha sido relativamente limpia.