La ruta O noso mar de Vimianzo acabó encharcada por la lluvia

a. L. carballo / Lavoz

CARBALLO

Bajada hacia Sabadelle, la única salida de Vimianzo a mar abierto.
Bajada hacia Sabadelle, la única salida de Vimianzo a mar abierto. X.A.< / span>

08 jun 2014 . Actualizado a las 15:01 h.

La última de las Andainas Coñece a Costa da Morte prometía sensaciones. La conquista del corto tramo de costa de Vimianzo era una plan muy atractivo, pero la lluvia acabó encharcando la ruta O noso Mar. A pesar de la noche de vientos, aguaceros y tormenta, 125 caminantes se aprestaron a descubrir el territorio marítimo vimiancés. Empezaron la Andaina en el puente de A Furaqueira, en las proximidades la presa de Ferroatlántica. El río hasta cerca de Pasarela baja saltando entre piedras encajonado entre montes y rocas milenarias cubiertas por una alfombra de tiempo, musgo y líquenes. La música del agua acompaña los pasos entre robles, sauces y restos de molinos viejos, rincones en los que permanece aún el eco de almas de otro tiempo.

Los Penedos de Piñeo, la Pedra da Aguia, el Rascabolos y sus rocas multiformes adornaron otro de los tramos como un museo al aire libre. Luego vino la lluvia, que impidió pararse en uno de los parajes más bellos de la Costa da Morte, el itinerario entre Sabadelle y Traba, donde lucen especialmente el Atlántico, las figuras pétreas y las madreselvas.