Solo en el 2011 la venta de pulpo en las lonjas de la Costa da Morte supuso más dinero que el ingresado desde marzo
23 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Quizá para compensar, tras los duros temporales de este invierno, la flota de la Costa da Morte está disfrutando de buenas capturas, aunque los precios no terminan de acompañar a los marineros de bajura. Caso aparte es el de los naseiros, que ahora disfrutan de la segunda mejor campaña primaveral de los últimos diez años. Desde que comenzó el 2014 los datos han resultado muy positivos, algo que el sector necesitaba porque el mal tiempo hizo que se perdieran muchos artefactos.
En lo que va de ejercicio, en las rulas locales se han comercializado 207 toneladas de pulpo, que han supuesto unos ingresos de 1,1 millones de euros. No es el mejor dato en los primeros meses del año, porque en el 2011 se alcanzaron los 1,6 millones, pero desde el 2004 no hubo un dato mejor.
Como ya viene siendo habitual, lidera las ventas Corcubión, donde la mayor parte de la flota embarca nasas todos los días. La cofradía estudió la posibilidad de formar parte de la central de ventas puesta en marcha por el GAC 4, pero finalmente quedó al margen. Desde enero se han comercializado en esta rula de subasta semanal 70.000 kilos de pulpo, que han reportado poco más de 400.000 euros.
La situación es especialmente esperanzadora para el sector porque los precios son buenos, ya que la media ronda los 5 euros, con máximos de hasta 12 euros el kilo, conseguidos en una subasta en Camariñas, aunque lo mejor es que el mínimo de esta primavera se sitúa por encima de los 2,5 euros, algo muy poco habitual, aunque lo más raro es que en las lonjas con mayor actividad no se comercializó ningún pulpo por debajo de los 3 euros. Es el caso de Corcubión, Camariñas o Camelle, donde el año ha comenzado con una fuerza inusitada, ya que nunca se había vendido tanto cefalópodo.
Cada vez son más los armadores de artes menores que se dedican al pulpo. Sin embargo, la flota de esta especialidad se ha reducido notablemente en los últimos años. En el 2004 podían llevar estos artefactos 383 embarcaciones con base en los puertos de la Costa da Morte, mientras que ahora solo son 308. La mayor parte de las tripulaciones se han perdido en la zona que va de Caión a Muxía, en tanto que en el área de Fisterra la situación es mucho más estable.
A la pérdida de barcos, que han sido desguazados durante el último decenio, hay que añadir la reducción de las tripulaciones. La mayor parte de las lanchas que se dedican a la especialidad solo llevan dos hombres, cuando la mayor parte de ellas deberían tener al menos un tripulante más.