El hombre, un retornado que mantiene a sus hijos, recurre a una asociación para poder pagar
22 abr 2014 . Actualizado a las 10:16 h.Las exigencias de tributación giradas por Hacienda a los emigrantes retornados que perciben pensiones del extranjero han dado lugar a un caso en Camariñas que la asociación que los defiende considera especialmente sangrante, porque deja a una familia entera al límite del desamparo.
Un jubilado de la localidad, que trabajó durante 15 años en Suiza, se ha visto obligado a pagar los impuestos, multas y recargos correspondientes a su pensión entre los ejercicios 2008 y 2011, porque como tantos otros en la misma situación no había sido informado al respecto y no declaró esos ingresos debidamente en su día.
Para hacer frente al desembolso exigido, consumió los ahorros de los que disponía e incluso recurrió a la Asociación de Pensionistas Antiguos Emigrantes da Costa da Morte para que le ayudasen a completar la cantidad. Aunque juntó el dinero, lo entregó con algunos días de retraso, por lo que este Jueves Santo le llegó una nueva carta de la Agencia Tributaria en la que le exigía por apremio 21,88 euros de intereses de demora. Una suma que de no abonarla en 20 días naturales implicaría el embargo de las cuentas a su nombre. Algo que en principio no va a ocurrir porque ayer por la mañana la asociación se volvió a hacer cargo. La deuda quedó saldada en una sucursal bancaria de la Costa da Morte.
Aunque la reclamación se refiere únicamente al jubilado, afecta, y de manera muy directa, a toda su familia, que pidió la reserva de su identidad. La pensión del abuelo es el único ingreso que entra actualmente en la casa. Y con ella sostiene a su hija -en estos momentos enferma-, a su yerno y a una nieta veinteañera, que es quien se ocupa de los trámites y de las reclamaciones.
Para José María Rocha, el tesorero de la entidad que representa a los emigrantes de la comarca afectados por las tributaciones de Hacienda, este episodio resulta «indignante» y retrata la «intención de conseguir cartos a calquera prezo» que, a su juicio, mueve al ministerio. «É xente que non ten posibilidades para vivir e que ademais pagou todas as multas e recargos que, dende o noso punto de vista, non lle corresponden porque ningún fomos informados. Agora, porque se retrasaron dous ou tres días, fanlles isto», lamenta Rocha, quien lleva muchos meses enfrascado en labores de reivindicación y asistencia a los afectados. De hecho, él y los compañeros participarán mañana por la tarde en una nueva manifestación ante el Parlamento de Galicia.