El gobierno pretende adjudicarle la gestión a una empresa y desde el PP califican de «total abandono» la situación del complejo turístico
14 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Proyectado en 1997 y construido en el año 1999, el complejo turístico de Aldea Madeira, en Brañas Verdes (Xaviña-Camariñas), ha pasado de ser un proyecto esperanzador y con muy buenas perspectivas a una china en el zapato que al gobierno municipal le está costando demasiado trabajo quitarse.
Los diez bungalós y el centro social asentados sobre una parcela de 72.000 metros cuadrados en un espacio natural envidiable y próximo a la costa camariñana parecían un plato goloso que cualquier empresario del sector turístico degustaría con ganas, pero por unas razones o por otras, eso hasta el momento no ha ocurrido.
A principios del año pasado, el alcalde, Manuel Valeriano Alonso, anunció la redacción de una memoria técnica para conocer el estado de las instalaciones y analizar posibles salidas.
Durante su estancia en la pasada feria de turismo de Madrid estableció algunos contactos con empresas que, según dice, se mostraron interesadas por la gestión y por ese camino van las intenciones municipales. Alonso señala que está prevista la visita de una de estas compañías para fechas próximas aunque, por el momento, tampoco se ha formalizado nada. Su objetivo inicial es que «sexa unha cadea ou un grupo grande» el que se haga cargo porque eso le daría solidez al proyecto y ofrecería mayores garantías de que se mantuviese en el tiempo. Sin embargo, insiste en que «non se descarta nada», con lo que, si finalmente esa opción no prospera, cabría la posibilidad de adjudicarle el complejo a un promotor particular siempre y cuando demuestre su solvencia y cumpla con las exigencias municipales.
Degradación
Entre tanto, el paso del tiempo, la falta de uso y las acciones vandálicas, que de todo hay, degradan las instalaciones sin que se haya obtenido de ellas la rentabilidad pretendida.
Para el portavoz del Partido Popular, Daniel Rego, las palabras del alcalde no son más que «trapalladas e mentiras» porque «leva dicindo o mesmo dende o ano 2007» sin que se haya visto resultado alguno de su gestión.
Rego asegura que el problema viene de lejos y se debe, fundamentalmente, a que el plan de viabilidad se hizo después de las obras y, además, «desmoralizou a todo o mundo» porque suponía que «se iba empezar a gañar o primeiro euro a partir dos 75 anos».
Las condiciones que preveía aquel plan «supoñían 20.000 pesetas [unos 120 euros] por bungaló cada día», lo que resultaba inasumible para la mayor parte de familias que pretendiesen pasar allí un mes de vacaciones.