El Supremo ratifica que Crisanto tuvo dos hijas en Santa Comba

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Lápida de la tumba vacía de Crisanto, ayer con flores.
Lápida de la tumba vacía de Crisanto, ayer con flores. MARCOS RODRGUEZ

Desestimado el recurso presentado por la familia del maderista

31 ene 2014 . Actualizado a las 20:02 h.

La historia casi novelesca de la desaparición del cadáver de Crisanto López Míguez, ocurrida en noviembre del 2009 en el cementerio de Toba-Cee, acaba de sumar un nuevo capítulo, que sirve para ir atando cabos en un proceso un tanto rocambolesco.

El Tribunal Supremo, en un auto de la sala de lo Civil emitido el mes pasado, acaba de confirmar que el fallecido era el padre de dos mujeres de Santa Comba, que se suman a otro hermano más que fue el primero que reclamó judicialmente. En realidad, los magistrados han desestimado los dos recursos presentados por una parte de la familia del fallecido, tanto el extraordinario por infracción procesal como el de casación, contra una sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña de noviembre del 2012, que a su vez validaba el criterio de la jueza de Corcubión de atribuirle la paternidad a las dos demandantes. El Supremo entiende que no se dan los supuestos para admitir ninguno de los dos recursos, muy tasadas, por lo que ya no entra en los motivos de fondo, y además los magistrados rechazan que se haya producido indefensión.

Sí había entrado más en detalle los jueces de la Audiencia Provincial, valorando además la negativa de las hijas a colaborar en la aportación de material biológico para los análisis. Señalaban los magistrados que, pese a eso, «existen en las actuaciones suficientes elementos de juicio para dar por acreditada la paternidad reclamada. Es necesario partir de la base de que muy difícilmente pueden existir pruebas directas del elemento provocador de la filiación, cuales son las relaciones sexuales que, por su propia esencia, se desarrollan en el contexto más íntimo de las relaciones de pareja, sustraídas pues a la fiscalización ajena», por lo que la ley permite adentrarse en «otros hechos».

Reconocían ahí los jueces el «prestigio» del Instituto de Medicina Legal de la Universidade de Santiago, cuyos técnicos pudieron usar muestras de una de las hijas de Crisanto que ya se habían empleado en un procedimiento anterior, también de filiación.

En efecto, las dos nuevas hijas del maderista, que falleció el 25 de junio del 2007 a los 81 años, se sumaban a un primer hermano de Muxía, que fue el que inició el procedimiento de reclamación de la paternidad. Precisamente para poder analizar con exactitud sus datos genéticos la jueza había autorizado la exhumación del cadáver. La cita era el 20 de noviembre del 2009. Y dentro no había nada. Ni nada más se supo. El juzgado abrió un procedimiento penal, pero quedó en punto muerto.

El cadáver del empresario desapareció en el 2009, a los dos años de morir